A 50 METROS DE PROFUNDIDAD NO SE PUEDE ESTAR MUCHO TIEMPO. DESPUÉS SE DEJA DE SER HOMBRE”
Han vivido de cerca el negativo impacto ambiental y social provocado por la instalación de los centros de cultivo de salmónidos en sus costas. Los pescadores artesanales, buzos y mariscadores de la comuna de Chaitén, Provincia de Palena, habían oído hablar de la “peste naranja” de boca de sus compañeros de Puerto Montt y Chiloé, y hoy se enfrentan a su expansión.
Hoy la denominada "puerta norte de la Ruta Austral" está sin salida. Las empresas Salmones Pacific Star y Pesquera Yadrán están contaminando los bancos naturales de mitílidos, praderas naturales de algas y demás productos del mar del Estero Palvitad y Auchemó, que constituyen la única fuente de subsistencia, por lo que han iniciado una campaña para que la autoridad pesquera y marítima congele de la entrega de concesiones de acuicultura. La alta accidentabilidad también los ha golpeado. Buzos muertos y con graves secuelas que les impide seguir trabajando son consecuencia de las faltas de medidas de higiene y seguridad en las empresas.
Lo peor es que tras el desastre se enteraron que Pacific Star operaba ilegalmente. En entrevista con Ecoceanos News, Francisco Ruiz Soto, buzo mariscador y patrón de pesca artesanal, derriba el mito de la gran industria generadora de empleo y desarrollo económico local.
Ruiz es socio del Sindicato de pescadores artesanales y buzos “Mares del Sur” de Chaitén. A los 12 años inicio las labores en el mar en el sector rural San Ignacio de Loyola, de donde debió partir a la ciudad de Chaitén con el anhelo de darle educación completa a tres hijos.
A sus 52 años, debe salir del Estero Palvitad –producto de la proliferación salmonera- hasta el Golfo de Corcovado para extraer los recursos del mar, como manta raya, congrio, tollo, merluza y pez gallo, los cuales comercializa en Dalcahue.
- ¿Que cambios ha notado desde la llegada de los centros de cultivo al Estero Palvitad?
Puedo empezar por Riñihue, uno de los primeros lugares de esta zona donde llegaron los centros de cultivo de salmones. En esa época vivía en (San Ignacio de) Loyola y con el correr de los años ya se fue viendo el perjuicio que generaban, cómo la contaminación de los bancos naturales de mariscos. En Chaitén, a 3 años de la llegada de las salmoneras, también se ha notado mucho la contaminación, la que está perjudicando fuertemente a los pescadores artesanales y a los buzos mariscadores.
Hace un año trajeron de la XI Región remolques con balsas jaulas de salmones vacías, pero con mariscos. El barco recaló en Auchemó y contaminó el lugar. Estuvimos un año completo sin comercializar nuestros mariscos.
Pienso que es bueno que haya trabajo, es bueno que el país reciba ingresos por la exportación de los salmones, pero hay que cuidar el medioambiente, para que los pescadores artesanales que no somos empresarios, podamos subsistir (…) Porque aquí la vida es bastante dura. Viendo la parte negativa de estas empresas, es demasiado el daño que nos están haciendo.
- ¿Cómo se grafica esta contaminación?
El sabor del marisco es distinto, al cocinarlo el color también cambia. Se están muriendo los mariscos de los bancos naturales donde están apozadas las jaulas. Yo creo que a tres años de la llegada de las empresas salmoneras al Estero Palvitad y Auchemó, si uno baja al fondo marino encontrará las puras concherías, porque se ha muerto el marisco. Va a ser difícil que se vuelva a reproducir porque con el alimento de salmón que cae al fondo del mar se forma una capa de barro que es muy fuerte y mata los mariscos. Eso ocurrió primero en Riñihue.
- ¿La contaminación salmonera ha sido denunciada a las autoridades?
Se han realizado gestiones. Los dirigentes de la pesca artesanal han enviado documentos a las autoridades, pero lamentablemente vivimos en una provincia, donde el gobierno se ha equivocado en los representantes políticos que nombra, cómo Gobernador e Intendente. No hemos tenido autoridades que trabajen codo a codo con la pesca artesanal. Todo lo contrario, siempre hemos sido marginados. Las autoridades han sido pésimas.
Ahora estamos desamparados hasta del propio alcalde, porque entro un alcalde suplente, que también fue pescador desde chico y tiene embarcaciones. Hasta el momento no ha sido capaz de acercarse al sindicato.
- ¿Cuales son las demandas?
Lo más inmediato de hacer es que la autoridad no autorice más concesiones de acuicultura, y si lo hacen que sea en lugares donde no afecte al pescador artesanal. Por ejemplo donde hay más corrientes, el mar es más abierto, al Golfo, donde no haya bancos naturales. Eso es lo que nos importa, porque los bancos naturales son el sustento de nuestros hogares. Antes, cuando no había llegado la industria salmonera vendíamos todos nuestros productos, ahora no vendemos ni la tercera parte de eso.
- La industria salmonera se defiende diciendo que generan empleo y las propias autoridades destacan el desarrollo local. ¿Qué responde a esa defensa?
La industria salmonera que se ha instalado en la comuna de Chaitén es muy poco el empleo que ha dado. Es poca la gente de la comuna que trabaja en estas empresas. Traen gente de afuera. El buzo contratado para trabajar en las balsas jaulas, trabaja mucho, corre mucho riesgo y lo que gana es poco. Las platas se las llevan los empresarios. No queda nada acá, se lo llevan todo para afuera. Está todo computarizado (…) la alimentación del pescado. Al principio trabajaba mucha gente, pero ahora ya no.
El buzo corre mucho riesgo, los accidentes se producen porque los obligan a trabajar en profundidades que el buzo mariscador no está autorizado por la autoridad marítima. Han muerto personas. Por el mal de presión han quedado inválidos compañeros que hoy día andan con muletas y que hace un par de años los veíamos correr en una cancha tras una pelota. Todo eso impacta, es grave. Los empresarios no se preocupan que el pobre que trabaja cuide su salud. ¡Démosle no más hasta que reviente!, dicen los empresarios.
- ¿La accidentabilidad también es alta en esta zona?
Si. Gracias a dios nunca le he trabajado a una salmonera, pero he tenido compañeros que han trabajado y han sufrido. Algunas personas que llegan a trabajar a los centros de cultivo conocen de la labor de los buzos y les dan ganas de aprender. Se ve bonito. Se ponen el traje y después de dos o tres veces que se tiran al mar los contratan como buzos y les ordenan trabajar. Pero las jaulas están por sobre los 20 metros de profundidad. Los buzos bajan ha revisar las amarras a más profundidad. Ese es el riesgo. A 50 metros de profundidad no se puede estar mucho tiempo. Después se deja de ser hombre.
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