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lunes, abril 23, 2007

EL BALLENERO AVERIADO JAPONES NISSHIN MARU RECHAZA AYUDA DE GREENPEACE PARA EVITAR DESASTRE EN LA ANTARTIDA

Si no acepta la ayuda puede producirse un vertido de combustible en una zona de gran importancia medioambiental

El MY Esperanza en la Antártida. El barco de Greenpeace en su camino  para ofrecer ayuda al buque ballenero factoria japonés Nisshin Maru,  después de que se declarara un incendio a bordo. Greenpeace se ha  ofrecido a remolcarle fuera del Santuario Ballenero y del inalterado  ambiente antártico. Descargar imagen en alta resolución [1: 'Imagen en  alta resolución']  [1] http://www.greenpeace.org/raw/image_orig/espana/photosvideos/photos/el-my-esperanza-en-la-antartid.jpg

El MY Esperanza en la Antártida. El barco de Greenpeace en su camino para ofrecer ayuda al buque ballenero factoria japonés Nisshin Maru, después de que se declarara un incendio a bordo. Greenpeace se ha ofrecido a remolcarle fuera del Santuario Ballenero y del inalterado ambiente antártico.

Internacional — El barco MV Esperanza de Greenpeace se ha ofrecido a ayudar al ballenero japonés Nisshin Maru y evitar un desastre medioambiental en aguas de la Antártida, donde se encuentra averiado, tras sufrir un incendio, con unas 1000 toneladas de carburante a bordo. Sin embargo, esta ayuda ha sido rechazada por el buque Nisshin Maru, a pesar del inminente riesgo de un vertido de combustible.

A bordo del barco de Greenpeace "Esperanza" en el Océano Antártico y en el marco de la campaña en contra de la caza ilegal de ballenas, Greenpeace se ha encontrado con una situación inesperada: El buque nipón, Nisshin Maru, al que Greenpeace buscaba fue encontrado después que la nave japonesa lanzara un llamado de auxilio debido a un incendio ocasionado dentro de la nave asiática.

El Esperanza, actualmente a menos de un día de navegación del dañado Nisshin Maru, ha ofrecido insistentemente ayuda a la tripulación y ha hecho un llamado reivindicativo y de la valoración del impacto ambiental que esta situación podría ocasionar. En estos momentos, el buque japonés se encuentra a 100 millas naúticas de la colonia de pingüinos de Adelie, una de las más grandes del mundo.


UN JAPONES DESAPARECIDO

Uno de los tripulantes del Nisshin Maru, desapareció al momento del incendio y aun no ha sido habido, lo que preocupa a las autoridades correspondientes y, por cierto a la embarcación de Greenpeace, ya que la idea es evitar la caza de ballena y evitar tragedias como la desaparición de un tripulante.

Aún así, con el apoyo ofrecido, la Agencia Pesquera de Japón se ha negado a recibir la ayuda de Greenpeace, bajo el pretexto de que no acepta el auxilio de “terroristas”. Sin embargo, el "Esperanza" continúa su rumbo hacia el barco accidentado. Karli Thomas, líder de la expedición a bordo del Esperanza ha sido enfático al señalar que “Nuestros primeros pensamientos están con el tripulante desaparecido y con el resto de la gente a bordo. No es tiempo de juegos políticos tras una mesa de oficina en Tokio. Esto es una tragedia humana y un potencial desastre medioambiental. Tenemos una obligación moral de actuar y hay una obligación legal bajo el Tratado de la Antártida para que los propietarios del Nisshin Maru acepten nuestra ayuda”.

La nave de Greenpeace ofreció, como alternativa remolcar al buque ballenero factoría fuera del inalterado ambiente del Santuario Ballenero Antártico ya que el "Esperanza" cuenta en su tripulación con el Capitán Frank Kamp, quién tiene más de 10 años de experiencia en salvamento de buques antes de que formara parte de nuestra organización. No obstante la experiencia, se piensa que es posible requerir otra nave para remolcar al Nisshin Maru, cuyo peso superaría las 8.000 toneladas, para llevarlo más allá de las aguas antárticas y a través de la zona de tormentas “Roaring forties”. Greenpeace está haciendo todo el esfuerzo posible para llevar al Nisshin Maru remolcando toda la navegación hacia el puerto.

Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace España asegura que “Al mismo tiempo que reconocemos la necesidad humana y ambiental de ayudar al Nisshin Maru, no estamos de acuerdo en que este buque vuelva a cazar ballenas la próxima temporada gracias a nuestra ayuda. “Esta tragedia debería significar el fin de este terrible negocio y el dinero del Gobierno Japonés no debería destinarse a reparar un ballenero, sino a algo de lo que realmente se pueda beneficiar la población japonesa”, concluyó.

Greenpeace