 | Cerca de 800 trabajadores recorrieron las calles de Concepción. La lluvia no espantó a los participantes que disfrutaron de un extenso acto político y cultural en la Plaza de la Independencia. | Por P. Moraga. S y F. Álvarez. S Foto: Gonzalo Muñoz M.
“Preocupa el desarrollo del sector forestal, que en sus cifras de crecimiento es sindicado como uno de los más dinámicos de la región. Nos preocupa que sigan y que sea fuente de varios conflictos laborales. Dios quiera que un diálogo franco, llevado a cabo con buena fe y orientado a la búsqueda del bien común, contribuya a construir una sociedad más justa y fraterna”. Este fue el mensaje que más se destacó en la homilía de monseñor Ricardo Ezzati Andrello, con ocasión del día San José Obrero y que coincide con el Día Internacional del Trabajo, haciendo alusión al conflicto de los trabajadores de Bosques Arauco. Sin duda, monseñor Ezzati marcó la pauta para el resto de la jornada. Si bien Alex Iturra Jara, presidente de la CUT, precisó que en este 1 de mayo, la situación de los trabajadores no sólo se refleja en Arauco: “creo que aquí lo más latente y crítico son los 70 mil cesantes que tenemos en la región” dijo, el efecto mediático del paro de los forestales no tiene a nadie indiferente, ni siquiera al alcalde de Talcahuano, Abel Contreras Bustos. “Es un día de reconocimiento a los trabajadores forestales que, a pesar de los grandes dividendos de la industria, se les paga sueldos de hambre y es una injusticia aberrante en el siglo XXI”, indicó. Los mensajes en la región, fueron de unión, organización y crítica. Desde la frase esbozada por monseñor Ezzati: “La iglesia mira al mundo del trabajo como el taller de Nazareth”, hasta lo señalado por Iturra: “Estamos defendiendo nuestros derechos, toda vez que los gobiernos de turno no han apostado a solucionar de fondo los problemas que hoy nos enmarcan”. Este 1 de mayo estuvo marcado por la reflexión. Sin embargo, y como es costumbre en esta fecha, en Santiago fueron detenidas 12 personas que protagonizaron disturbios. Un panorama totalmente distinto al vivido en Concepción, donde cerca de 800 trabajadores hicieron el tradicional recorrido por las céntricas calles, para seguir con un acto político y cultural, el que fue apoyado con consignas, que ni la lluvia pudo disolver.
Y los trabajadores...
Los protagonistas del 1 de mayo son los trabajadores, quienes se hicieron presentes en las celebraciones realizadas en Concepción, donde el plato fuerte comenzó con una misa en la Catedral, continuó con la caminata por el centro de la ciudad y finalizó con un acto político cultural en el odeón de la Plaza de la Independencia. De todos los sectores estuvieron presentes. Mujeres, niños y hombres, no quedaron ajenos a la fiesta, con sus momentos de dulce y agraz. Conmovidos y con un fuerte aplauso, los asistentes recibieron al orfeón de los mineros de Lota. Benedicto Opazo Benítez, ex minero, con su casco naranjo y flameando una bandera negra, trata de explicar cuál es el sentir de sus compañeros: “Para nosotros es frustrante, nos sentimos ciudadanos de tercera categoría, nada recompensa el daño que nos hicieron con el cierre de la mina….es frustrante, duele y nos dolerá mientras estemos vivos”. Pero para otros este día es un momento para dar a conocer cómo sí se puede salir adelante. Margarita Ramírez Campos, del sindicato de cesantes de San Pedro de la Paz, Nehuenche, explicó que organizarse es la mejor salida. “Gracias a que nos hemos organizado, hace seis años, hemos tenido empleo. Las autoridades locales no responden y llegamos a Santiago en busca de nuestros cupos de trabajo”. |
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