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miércoles, marzo 28, 2007

Carolina VillagránBióloga, Doctora en Ciencias NaturalesPascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadDocumento 20 / Enero 2006www.oceana.org
Pascua Lama:
Amenaza a la Biodiversidad

Carolina Villagrán
Bióloga, Doctora en Ciencias Naturales

Pascua Lama: Amenaza a la Biodiversidad



Presentación

Pascua Lama es un proyecto minero de extracción de oro, cobre y plata que, de concretarse, se desarrollará a partir del año 2006 en la Cordillera de los Andes, tanto en el lado argentino como chileno. La empresa a cargo de esta ambiciosa y peligrosa iniciativa es Barrick Gold, que pretende dinamitar y remover tres glaciares la III Región en el valle del Río Huasco. El yacimiento contiene alrededor de 465 toneladas de oro, y Barrick invertirá sólo 1.500 millones de dólares, para obtener ganancias por más de 10 mil millones de dólares.
La extracción de oro incluye molienda, acidulación, oxidación, neutralización, remoción de oro y re.nería. En cada una de estas etapas ocurren procesos que deterioran el medio ambiente. En la etapa de molienda se liberan al aire metales como el arsénico, que es tóxico para quien los inhale. También la adición de ácido sulfuroso puede contaminar las aguas. Durante la remoción de oro se utiliza cianuro, elemento que también es un factor de riesgo de contaminación de aguas. A la vez se recupera mercurio: lo que no se recupera se volatiliza al aire y es altamente contaminante.
A esto hay que agregar los depósitos de estériles -que corresponden a grandes acumulaciones de material inservible- generan aguas ácidas que escurren hacia el río Estrecho y hacia fuentes de agua subterránea. El tranque de relave que se colocará en territorio argentino afectaría la cuenca del río San Juan, que nace de la montaña El Mercedario (6.770 metros sobre el nivel del mar), donde se encuentra el glaciar el Caballito, ubicado en la reserva de la biosfera de San Guillermo.
El proyecto Pascua Lama originalmente fue aprobado el año 2001 por la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama). Sin embargo, la empresa se comprometió a entregar un Plan de Manejo de Glaciares el año 2004. Este estudio se presentó a .nes de ese año con el nombre de “Viabilidad de Manejo de los Glaciares”. En dicho informe se presenta la alternativa de mover con máquinas hidráulicas diez hectáreas de los glaciares Toro I, Toro II y Esperanza, que están dentro del rajo de la mina, a un cuarto glaciar llamado Guanaco.
En términos hidrológicos y ambientales proponer una solución de este tipo es inviable por varias razones. En primer lugar se trata de remover tres hectáreas de fuente de agua en una zona semi-árida, como lo son los Andes de la III Región, aledaños al desierto de Atacama, uno de los desiertos más secos del mundo. Durante la etapa de construcción de las obras ya se ha intervenido parte de estos glaciares y se ha incrementado el proceso de ablación, en parte por el polvo que se deposita en ellos alterando la temperatura. Por tanto, estas actividades no permiten asegurar la mantención de los volúmenes del hielo durante el traslado y redepositación.
Además de los impactos ambientales que signi.can el tranque de relaves, depósito de estériles, contaminación del agua del río Estrecho, de fuentes subterráneas y traslado de glaciares, habría que enfatizar que la disminución de fuentes de agua de una zona desértica puede tener un impacto social muy negativo al afectar la agricultura tradicional del valle del Huasco.

Por otra parte, se afectarán zonas de pastoreo de comunidades indígenas huascoaltinas -descendientes de diaguitas- a las que se les negará el acceso de sus animales. Las cifras de empleos prometidos a 4 mil personas en la etapa de construcción del proyecto y 1.500 en la etapa de operación del proyecto, no compensarían el eventual deterioro de las fuentes de agua que posibilitan las actividades agrícolas del valle que involucran el trabajo de alrededor de 8.500 agricultores Además, sólo un porcentaje de los trabajadores de Pascua Lama serán chilenos y, de ellos, tal vez sólo 50 personas sean de la región afectada. Si a esto agregamos el daño a una zona con un potencial turístico importante, con patrimonios arqueológicos de antigua data, los problemas de delincuencia, tránsito de camiones y pobreza que acarrea cualquier proyecto minero, estamos hablando de un desastre ecológico y social de proporciones, que aún se puede evitar.
El presente trabajo documenta la riqueza y fragilidad de la .ora vascular nativa de los Andes de Vallenar y tiene como objetivo alertar a la comunidad regional acerca de las posibles consecuencias que tendría el deterioro ambiental y la perturbación de los recursos hídricos en la biodiversidad. El documento ha sido preparado e ilustrado por Carolina Villagrán, Profesora de la Universidad de Chile, y la información ha sido extraída y sintetizada del documento “PASCUA LAMA: UNA AMENAZA A LA MANTENCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD DE LOS ANDES DESÉRTICOS DE CHILE: Singularidades biogeográ.cas de la biota de los Andes de Vallenar (28°-29° S)”, de los autores Carolina Villagrán, Ricardo Leiva, Juan J. Armesto & Alberto Veloso (texto enviado como documento para su publicación a la Revista Chilena de Historia Natural en noviembre del 2005).

Marcel Claude
Director Ejecutivo de Oceana

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Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadOceana 5
Índice



Singularidades biogeográ.cas de la .ora nativa de los andes de vallenar (28°-29° s) 9
1. Límite climático y vegetacional 9
2. Riqueza de especies de plantas vasculares 10
3. Cobertura vegetal 11
4. Fragmentación de las comunidades y poblaciones 12
5. Endemismos de estrecho rango geográ.co 12
6. Limites de distribución geográ.ca en Chile 13
7. Especies en estado de conservación precario 13
8. Conclusión: biodiversidad amenazada 15
Láminas 17
Bibliografía 29


Pascua Lama: Amenaza a la Biodiversidad

Oceana 6

Singularidades biogeográ.cas de la .ora nativa de los andes de vallenar (28°-29° s)

En el presente documento queremos dejar constancia a la comunidad nacional de nuestra preocupación por el deterioro ambiental que podría causar la perturbación de los recursos hídricos sobre la biota nativa de los Andes de Vallenar, el principal núcleo de biodiversidad (“hotspot”1) de los Andes Desérticos de las Regiones II, III y IV de Chile. Por su particular situación de interfase entre las regiones climáticas mediterránea y árida, numerosas especies encuentran en los Andes de Vallenar sus límites norte de distribución, muchas de ellas restringidas a humedales altoandinos. Sus fragmentadas poblaciones son especialmente susceptibles al aislamiento y reducción de sus hábitats, lo que determina, por un lado, un alto nivel de endemismo local y, por otro lado, una excepcional fragilidad del ecosistema altoandino. La eventual perturbación del ecosistema por faenas mineras como las programadas por el proyecto Pascua Lama es particularmente alarmante porque esta vasta región andina, debido a su difícil acceso, ha sido insu.cientemente investigada y no existen áreas de protección estatal de su biota2.
El propósito de este documento es destacar brevemente e ilustrar los principales rasgos que, a nuestro juicio, destacan la importancia cientí.ca y la singularidad biogeogra.ca de la .ora nativa de los Andes de Vallenar. La información botánica reseñada en este documento proviene de un estudio .orístico realizado en 1984 en los Andes de Vallenar, en las cuencas de los ríos Laguna Grande y Valeriano, principales tributarios del río Huasco, entre los 1600 m y los 4300 m de altitud, límite superior de la vegetación, y entre las coordenadas geográ.cas 28°30’- 29°00’ S y 69°45’- 70°15’W (Arroyo, Marticorena & Villagrán 1984). En la Lámina I se muestra la situación geográ.ca del área estudiada .orísticamente.

1. Límite climático y vegetacional

Todo el territorio norte de nuestro país, un tercio de la super.cie total, corresponde a uno de los ecosistemas más áridos del planeta, como consecuencia de la presencia constante del Anticiclón Subtropical del Pací.co Sur, vigorizado por la surgencia de aguas frías de la Corriente del Perú (o de Humboldt), reforzado además por el efecto de sombra de lluvias de la Cordillera de los Andes, que intercepta la penetración de masas de aire de origen amazónico, provenientes del este3.
A excepción de las lluvias de verano de procedencia amazónica (el así llamado, “Invierno Boliviano”) en el sector

1 “En términos simples, la biodiversidad es la suma total de toda la variación biológica, desde el nivel de genes individuales a ecosistemas”. Áreas con excepcional concentración de especies y endemismos han sido denominadas “hotspots de biodiversidad” (Squeo & Arroyo 2001)
2 Al sur del valle de Huasco, la primera área protegida por el Estado en la cordillera andina es la Parque Nacional El Morado, ubicado a 717 Km. de distancia. Hacia el Norte, el área protegida más cercana es el Parque Nacional Nevado Tres Cruces, en los Andes de Copiapó. Por lo tanto, la cordillera del valle de Huasco se encuentra en un hiato de cerca de 1000 Km. sin protección estatal.
3 “Según las observaciones del sabio y .lántropo anciano don Carlos Anwandter han caído en Valdivia 2859 mm., esto es, la altura de un aposento ordinario de habitación en Santiago antiguo o algo parecido a la altura de la torre nueva de la Catedral en una década de años. En cambio, las lluvias que empapan las lomas de Atacama cabría en igual período de tiempo en un cubo igual a un mediano vaso de agua: 80 mm. en diez años: ocho centímetros, esto es, casi el largo del dedo meñique de una mano de mujer de bonita mano” (Benjamín Vicuña Mackenna, 1831-1886).
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altiplánico del extremo norte del territorio, I y II regiones (Lámina II), prácticamente todas las precipitaciones en el resto de Chile tienen su origen en la banda o “Cinturón de Vientos del Oeste”, propio de las latitudes templadas (Lámina II). Los vientos del oeste ejercen in.uencia en forma decreciente de sur a norte, hasta cerca de los 27º S, en el borde norte de la III Región de Atacama. Los registros instrumentales de lluvias de invierno más boreales corresponden a la estación climática de Potrerillos (26º 30’ S), con un promedio anual de apenas 52 mm. y una cubierta vegetal prácticamente inexistente en los pisos bajos e intermedios de los Andes. Así, la III Región de Atacama representa uno de los más signi.cativos límites climático-vegetacionales del territorio chileno, y del Cono Sur de Sudamérica: la interfase entre la región semiárida del norte chico y el desierto hiperárido de Atacama en el norte grande de Chile y Perú (Lámina II).
Adicionalmente, la región del norte chico de Chile (III y IV Regiones) está sujeta a fuertes .uctuaciones climáticas de carácter interanual. La más destacada fuente de variabilidad corresponde a la asociada al fenómeno de la “Oscilación del Sur”, con cambios pluviométricos de frecuencia irregular y una recurrencia de 3 a 6 años. La fase positiva de la Oscilación del Sur, caracterizada por un aumento de la diferencia de presiones a ambos lados de la cuenca Paci.ca ecuatorial, y asociada en muchos casos a eventos llamados “La Niña”, se expresa en años anormalmente secos y fríos en Chile central y norte chico. Así por ejemplo, Vicuña Mackenna (1970) citaba los dramáticos efectos ecológicos, económicos y sociales de las grandes sequías históricas de la región, ocurridas entre 1637-1639; 1743; 1771-1777; 1781; 1863; 1872. Sequías más modernas que han afectado la zona han sido ampliamente reseñadas en la prensa nacional, entre ellas las intensas sequías de 1924 y 1968. En contraste, la fase negativa de la Oscilación del Sur, asociada en sus eventos extremos al fenómeno local conocido como “El Niño”, se caracteriza por periodos más lluviosos y cálidos en estas mismas regiones.

2. Riqueza de especies de plantas vasculares

El sector de los Andes de Vallenar, en torno a las latitudes 28°-29° S, se caracterizan por exhibir la máxima riqueza de especies de plantas vasculares en el ámbito de los Andes áridos de la II, III y IV Regiones de Chile (Figura 1). De acuerdo al estudio realizado en los Andes de Vallenar, anteriormente mencionado (Arroyo, Marticorena & Villagrán, 1984), existen en la región 281 especies de plantas vasculares, una cifra equivalente solamente a las encontradas en los Andes de Chile central (33º S) y extremo altiplánico norte de Chile (18º S; Figura 1). El número de especies de plantas de los Andes de Vallenar, decae pronunciadamente hacia el norte, culminando con el mínimo número de especies de plantas andinas encontrado en Chile, correspondiente a 55 especies

Fig. 1: Distribución latitudinal de la riqueza de especies de Plantas Vasculares a lo largo de los Andes Chilenos (de acuerdo a Villagrán & Hinojosa 2005)

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Oceana 8Pascua Lama: Amenaza a la Biodiversidadobservadas en los Andes de Copiapó, en torno
de los 25° 30’S (Figura 1). En esta zona andina, la escasez de lluvias genera condiciones hiperáridas que afectan también dramáticamente la continuidad de la cubierta vegetal.
El máximo de riqueza de especies de plantas vasculares, dentro del ámbito de los Andes desérticos de Chile, que se registra actualmente en la Región de los Andes de Vallenar, podría ser interpretado como una consecuencia de la con.uencia de especies pertenecientes a las comunidades vegetales mediterráneas de Chile central y del altiplano andino que co-ocurren en esta área, por su carácter de interfase climática. Estos mismos patrones de distribución latitudinal de riqueza de especies han sido descritos para grupos de pequeños mamíferos en los Andes de Chile (Moreno, Villagrán, Marquet & Marshall, 1994) y An.bios Anuros (Veloso, 2005).

3. Cobertura vegetal

Los patrones latitudinales de cobertura de vegetación muestran la misma tendencia que la riqueza de especies de plantas. En la Figura 2 se muestra la relación entre el porcentaje de cobertura vegetal y la altitud, y en la Lámina II su variación latitudinal a través de los Andes altiplánicos y desérticos (Schmithüsen 1956; Villagrán et al., 1983; Arroyo et al., 1988). Desde los Andes altiplánicos (18º S) hacia el sur, se observa una fuerte reducción de la cobertura vegetal total, en concordancia con el incremento de aridez, asociado a la disminución de los vientos de fuente este, que culmina en los Andes desérticos de Copiapó (26º S), con porcentajes de cobertura vegetal de menos de 15%. A la latitud de los Andes de Vallenar (28º S), se produce una recuperación de la cubierta vegetal, con porcentajes cercanos a 30% a altitudes medias (3000-3500 metros), una consecuencia de la creciente in.uencia mediterránea con lluvias invernales episódicas procedentes del oeste.
En la Lámina III se muestra un esquema de la zonación altitudinal y .sonomía de la vegetación de los Andes de Vallenar (realizada por Cristian Villagra), destacando la vegetación ribereña del valle del río Huasco y sus tributarios y la de los escalones altitudinales subandino, altoandino y subnival, todos ellos dominados por distintas especies leñosas del género Adesmia. Se destacan también las formaciones discontinuas de vegas y bofedales y las formaciones subnivales, con muy baja cobertura vegetal y crecimiento de pequeñas rosetas y cojincitos. En las Láminas IV, V y VI se ilustran las especies más representativas de Adesmia que caracterizan los escalones andinos, la .ora característica de los taludes con deslizamiento de sustratos y las especies de cojines diminutos que caracterizan la dispersa vegetación subnival.

Fig. 2: Distribución altitudinal de la cobertura vegetal en transectos situados en los Andes Altiplánicos (18°-24° S) y Desérticos (26°-28° S), de acuerdo a Arroyo et al (1888). La línea continua representa lluvias de verano; la línea segmentada representa las lluvias de Invierno.
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4. Fragmentacion de las comunidades y poblaciones

Debido a las condiciones semidesérticas de los Andes de Vallenar, las plantas no se distribuyen continuamente en el área andina regida por el clima regional, sino que tienden hacia una distribución discontinua y fragmentada, restringiéndose muchas de ellas a aquellos hábitats con a.uencia de aguas subterráneas o cercanía de cursos de agua. De especial signi.cado son las comunidades de vegas y bofedales altoandinos, formaciones vegetales discontinuas que se desarrollan en situaciones geomorfológicos especiales, donde a.ora la napa de aguas subterráneas o se acumula agua de deshielo. Gracias a la humedad edá.ca, estos hábitats concentran especies de requerimientos húmedos en climas áridos, actuando así como refugios de la avifauna como asimismo de la .ora zonal durante los períodos de sequía. Las áreas de Vegas y Bofedales son bastante extensas en el altiplano de la I Región y en Chile central, disminuyendo progresivamente hacia los ambientes hiperáridos en la II y III Regiones de Chile (Villagrán et al. 1983; Moreno et al. 1994). De acuerdo al estudio botánico anteriormente citado (Arroyo, Marticorena & Villagrán 1984), cerca de un tercio (31,3%; 88 especies) de las especies de plantas vasculares registradas en los Andes de Vallenar (total = 281 especies) crecen exclusivamente en las zonas de humedales, ya sea en Vegas o en Bofedales altoandinos, o márgenes de ríos y lagunas También grupos importantes de animales se restringen a los hábitas de Humedales, como es el caso de los peces, an.bios anuros, decápodos y gran parte de la avifauna.
En las Láminas VII, VIII se muestra el aspecto de las vegas y bofedales altoandinos y se destacan algunas de sus especies acuáticas y palustres características. En la Lámina IX se muestran algunos ejemplos de la .ora ribereña aledaña a los cursos de los ríos, con especies leñosas como el algarrobo, el espino y el chañar.

5. Endemismos de estrecho rango geográ.co

De los 10 géneros endémicos andinos de la Flora de Chilede acuerdo a Marticorena (1990), cinco están representados en los Andes de Vallenar. Tres de ellos se restringen a los Andes de Vallenar (Cyphocarpus, Dinemagonum, Phrodus), uno es compartido con los Andes de Santiago (Homalocarpus) y uno con los Andes de la II y IV Regiones (Eriosyce).
En la Lámina X se muestra dos especies de plantas de los Andes de Vallenar pertenecientes a algunos de los géneros endémicos chilenos. Este es el caso del arbusto Dinemagonum maculigerum Phil. (Familia Malphigiáceas), que presenta escasa poblaciones, y ha sido colectado en el piso andino inferior de los Andes de Vallenar, entre 1600 y 2050 metros, tanto en río Conay, entre quebrada Albaricoque y la Junta de Valeriano, como en la cuenca de la Laguna Grande. Otra especie perteneciente a un género endémico de los Andes de Vallenar es el arbusto Phrodus

4 Géneros endémicos de los Andes de Chile: Eriosyce (6 especies), Cactaceae, Andes de la II-IV Regiones; Cyphocarpus (3 especies), Campanulaceae, Andes de Vallenar; Calopappus (1 especie, C. acerosus), Compositae, Andes de Santiago; Scyphanthus (2 especies), Loasaceae, Andes de Santiago; Dinemandra (1 especie), Malphighiaceae, Andes de Copiapó; Dinemagonum (1 especie), Malphighiaceae, Andes de Vallenar; Anisomeria (2 especies), Phytolaccaceae, Andes de Santiago; Phrodus (1 especie), Solanaceae, Andes de Vallenar; Homalocarpus (6 especies), Umbelliferae, Andes de Santiago y Vallenar; Leucocoryne (11 especies ), Liliaceae, Andes de Santiago. A nivel global, se entiende por endémico de Chile un taxon de plantas que crece solamente en nuestro país. Un endemismo de estrecho rango geográ.co ocupa una pequeña región dentro del territorio chileno.

4, Oceana 10Pascua Lama: Amenaza a la Biodiversidadmicrophyllus (Miers) Miers (Familia Solanáceas), 5.
que habita únicamente en el margen desértico del Río Conay, en el área de la Junta de Valeriano, entre 1.800 y 1.950 metros.
Los otros géneros andinos endémicos de Chile están representados en los Andes de Vallenar por las siguientes especies: Cyphocarpus rigescens Miers (Familia Campanuláceas), hierba anual colectada entre Junta de Valeriano y Potrero de Toledo, entre 1800 y 2000 metros; Homalocarpus dichotomus (Poepp. x DC.) Math. (Familia Apiáceas), hierba anual, que crece aisladamente en laderas pedregosas de las Cuencas de Laguna Grande y Laguna Chica, entre 1.800 y 2.950 metros.; y Eriosyce sp. (Familia Cactáceas), cactus esferoidal y ligeramente enterrado, extremadamente escaso, ya que ha sido observado un sólo individuo 2 kilómetros al noreste del Potrero de Toledo, a 2.550 metros.

6. Limites de distribución geográ.ca en chile

La situación de interfase climática que tiene la región de los Andes de Vallenar se mani.esta en su carácter de límite biogeográ.co de la biota andina chilena para numerosas especies de plantas y animales. Así por ejemplo, en la .ora vascular reconocida en la región (Arroyo, Marticorena & Villagrán 1984) se registran 15 nuevos límites norte de especies de plantas de los Andes mediterráneos de Chile y de la estepa patagónica de ArgentinaParalelamente, en este trabajo también se registran cinco nuevos límites sur de especies pertenecientes a los Andes altiplánicos del norte de ChileEn la lámina IX se muestran algunos ejemplos de plantas que alcanzan en los Andes de Vallenar su límite de distribución geográ.ca en Chile, destacándose tanto especies altiplánicas con límite sur en la región, como asimismo especies andino-mediterráneas con límite norte en la misma.

7. Especies en estado de conservación precario

De acuerdo al Libro Rojo de la Flora Terrestre de Chile (CONAF 1989), entre las especies de árboles y arbustos clasi.cados como con problemas de conservación en la III Región de Atacama, categoría de “vulnerables”, las siguientes especies se encuentran en los Andes de Vallenar: Krameria cistoidea, el pacul (Familia Krameriaceae), Laretia acaulis, la yareta del centro (Apiaceae), y Prosopis chilensis, el algarrobo (Mimosaceae). En la Lámina X se muestran estas especies.
De acuerdo a Ravenna et al. (1998), entre las especies de hierbas bulbosas presentes en los Andes de Vallenar, la especie Alstroemeria andina ssp. venustula, ha sido clasi.cada como “rara”.

5 Nuevos Límites Norte: Alstroemeria andina Phil., Alstroemeria venustula Phil., Azorella madreporica Clos, Carex vallis-pulchrae Phil., Chaetanthera leptocephala Cabr., Hordeum santacrucense Parodi et Nicora, Laretia acaulis (Cav.) Gill. et Hook., Mulinum spinosum (Cav.) Pers., Ranunculus uni.orus Phil. ex Reiche fma. uni.orus, Senecio oreinus Cabr., Tetraglochin alatum (Gill. ex H. et A.) O.K., Trechonaetes laciniata Miers; Valeriana stricta Clos; V. vaga Clos; Viola montagnei Gay. (establecidos en Arroyo, Marticorena y Villagrán 1984)
6 Nuevos Limites Sur: Lycium vergarae Phil.; Malesherbia lactea Phil.; M. rugosa Gay; Oxalis uspallatensis Knuth; Tagetes multi.ora H.B.K. (establecidos en Arroyo, Marticorena y Villagrán 1984)

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Por otro lado, Belmonte et al. (1998), entre las especies de cactus presentes en los Andes de Vallenar, la especie Eriosyce sp. (que podría ser E. megacarpa o E. rodentiophila) ha sido clasi.cada como “vulnerable”. La misma clasi.cación tiene Equisetum giganteum, presente en los Andes de Vallenar, de acuedo a Baeza et al. (1998).
La composición, distribución, abundancia y estado de conservación de Plantas no vasculares en los Andes de Vallenar es, desafortunadamente, en extremo desconocida en la región, como también a nivel nacional. Especialmente vulnerables a los cambios de los hábitats de humedales serían las especies de algas dulceacuícolas, musgos y hepáticas, considerando que son taxa prácticamente exclusivos de los humedales. Entre los musgos, He (1998) registra siete especies para la III Región de Atacama, entre los cuales dos serían clasi.cables como especies de estrecho rango geográ.co, ya que se restringen exclusivamente a esta región chilena: Pottia .avipes Mont.; Rhynchostegium peruviense (Williams) Ochyra. Las otras cuatro especies de Musgos, se encuentran solamente en una región chilena además de la Región de Atacama, por lo que podrían considerarse relativamente “escasas” en Chile. Estas son: Hygroamblystegium austro-.uviatile (C. Müll.) Broth.; Orthotrichum johnstoni Bartr.; Aloina rosea (Williams) Delgadillo; Bryum pallescens Schleich ex Schwaegr.; y Leptobryum wilsonii (Mitt.) Broth.
Entre los líquenes, Meléndez et al. (1998) clasi.can como “vulnerables” cuatro especies de la III Región: Roccella portentosa, Roccellina crecebriformis, Teloschistes chrysophthalmus y T. .avicans.
Oceana 12Pascua Lama: Amenaza a la Biodiversidad8. Conclusión: biodiversidad
amenazada

Los particulares rasgos biogeográ.cos de la zona andina de Vallenar, brevemente reseñados, tienen consecuencias importantes que deben considerarse en la protección y eventual uso de los ecosistemas y recursos biológicos de los Andes de Vallenar. Todas las características discutidas para la .ora de esta región la distinguen como un reservorio importante de biodiversidad genética en los ecosistemas andinos chilenos. Aunque no existen estudios genéticos moleculares de la .ora de esta región, se puede inferir una marcada diferenciación genética de las poblaciones locales, sobre la base de las siguientes evidencias: a) concentración de la riqueza de especies andinas en el ámbito de los Andes desérticos; b) elevado nivel de endemismo local a nivel genérico y especí.co; c) distribuciones geográ.cas de especies de muy estrecho rango en el contexto nacional; d) aislamiento y fragmentación de poblaciones y comunidades locales (e.g., vegas y bofedales), acentuando la discontinuidad de las distribuciones en el gradiente altitudinal andino; e) poblaciones aisladas correspondientes a los bordes de distribución norte y sur de numerosas especies de la .ora andina chilena.
Considerando que la conservación de las poblaciones con mayor variabilidad y diferenciación genética tiene gran relevancia para mantener el potencial de las especies de responder a rápidos cambios climáticos (Premoli et al., 2000), debería darse máxima prioridad a la conservación de la biota de esta área que ha evolucionado históricamente en un escenario sujeto a fuertes .uctuaciones climáticas, con sequías prolongadas de severo impacto ecológico, social y económico. La protección estatal de estos ecosistemas es, entonces, una necesidad urgente.
En particular, es necesario enfatizar que la conservación de la biodiversidad de los Andes de Vallenar está supeditada en gran medida a un factor prioritario de extremada importancia: la mantención de las condiciones de hábitat que permiten el desarrollo de los humedales altoandinos, ambientes especialmente favorables para el refugio de biota. En una región particularmente afectada por aridez, como ocurre en la III región, la diversidad de plantas y grupos de animales asociados a humedales depende de la mantención del volumen y pureza de las fuentes de aguas subterráneas y de deshielo, además del caudal de los cursos de aguas super.ciales.
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Láminas
Oceana 14Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina I: Con círculo rojo se destaca la situación
geográ.ca de la región de la Cordillera de los Andes de Vallenar estudiada botánicamente. El área se inicia en el poblado de Conay y quebrada Albaricoque, abarcando las cuencas de Laguna Grande y Laguna Chica, Portezuelo de Cantarito (4106 m), faldeos SO del Cerro Cantaritos (4300 msm), Portezuelo de Vizcachas (4000 m), Portezuelo de Zepeda (4100 m) y Portezuelo Yerba Buena (3950 m). La zona de estudio se extiende entre 1.600 y 4.300 msm, límite superior de la vegetación, y entre las coordenadas geográ.cas 28°30’- 29°00’ S y 69°45’- 70°15’W.
Con asterisco rojo se destaca el área del proyecto minero Pascua-Lama.
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Lámina II: Distribución geográ.ca de la vegetación chilena a lo largo de la vertiente occidental de los Andes, de acuerdo a Schmithüsen 1956). Se destaca con .echas la in.uencia de los grandes sistemas climáticos en los Andes chilenos, vientos alisios del este de fuente Amazónica (en rojo) y vientos del oeste de las latitudes templadas (azul). Desde los Andes altiplánicos (18º S) hacia el sur, se observa el ascenso altitudinal y compactación de los pisos de vegetación andina, en concordancia con la disminución de las lluvias de fuente este, tendencia que culmina en los Andes desérticos de Copiapó (26º S). Desde la latitud de los Andes de Vallenar (28º S) hacia el sur se observa la recuperación de la cubierta vegetal andina, una consecuencia de la creciente in.uencia de las lluvias invernales asociadas al cinturón de los vientos del oeste.
Oceana 16Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina III: Esquema de la zonación altitudinal de la
vegetación de los Andes de Vallenar. Se representa la vegetación ribereña del Valle del río Huasco y sus tributarios y la de los pisos subandino, altoandino y subnival, todos ellos dominados por distintas especies leñosas del género Adesmia (realizada por Cristian Villagra 2006). Se destacan las formaciones discontinuas de vegas y bofedales, refugios importantes de la biota, y las formaciones subnivales con muy baja cobertura vegetal y crecimiento de pequeñas rosetas y cojincitos. Este último escalón altitudinal corresponde a un área amenazada directamente por el impacto de las obras mineras del proyecto Pascua Lama.
Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadOceana 17
Lámina IV: Distintas especies leñosas del género Adesmia, dominantes en cobertura y .sonomía en el paisaje vegetal de la Cordillera de los Andes desérticos de Vallenar con 1-2: Adesmia sentis, arbusto dominante en el matorral subandino de las Cuencas de Laguna Grande y Chica, hasta 3700 m. 3: Adesmia aphylla, arbusto globoso dominante localmente en taludes pedregosos con marcada inclinación. 4: Transición entre el piso subandino y altoandino con mezcla de Adesmia sentis y A. remyana. 5: Aspecto del Piso altoandino dominado por cojines bajos de Adesmia remyana y pajonal de Stipa frigida. 6: Hábito de Adesmia subterranea, cojín leñoso, duro y plano, dominante en el piso altoandino llegando hasta el subnival. 7: La paja más frecuente en el piso altoandino, Stipa frigida.
Oceana 18Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina V: Algunos ejemplos de las especies
adaptadas a sustratos pedregosos sueltos de taludes con fuerte pendiente y deslizamiento de material, ambientes muy frecuentes en los Andes de Vallenar. 1. Adesmia aphylla. 2 - 3. Hábito y detalle de las .ores de Cruckshanksia hymenodon. 4. Encelia canescens. 5. Spergularia pissisii. 6. Chaetanthera limbata. 7. Centaurea cachinalensis. 8. Cristaria andicola. 9. Doniophyton anomalum. 10. Ephedra breana. 11. Loasa malesherbioides. 12. Jaborosa caulescens. 13. Caiophora coronata. 14. Pachylaena atriplicifolia.
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Lámina VI: Algunos ejemplos de la .ora adaptada a las severas condiciones subnivales cercanas al límite superior de vegetación de los Andes de Vallenar. 1. Aspecto del piso subnival caracterizado por una modesta cobertura vegetal representada por plantas diminutas. Algunos de las especies subnivales del área son: 2 - 3. Menonvillea cuneata: Aspecto de la planta, .ores y frutos. 4. Perezia atacamensis. 5. Schizopetalon rupestre. 6. Oxalis uspallatensis. 7. Calandrinia picta. 8-9. Diminutos cojincitos de especies de Chaetanthera. 10. Oreopolus macranthus. 11. Hábito del cojín y detalle de la .or abierta y cerrada de Chaetanthera lanata. 12. Chaetanthera sphaeroidalis, la .or de la puna. 13. Malesherbia sp.
Oceana 20Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina VII: Aspecto de vegas y bofedales de los
Andes de Vallenar. Esta formación vegetal es discontinua y se desarrolla en áreas geomorfologicamente especiales, como las aledañas a cursos de agua o las topografías más suaves de la con.uencia de laderas, donde a.ora la napa de aguas subterráneas. Constituyen núcleos de concentración de biota en áreas áridas y semi-áridas.
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Lámina VIII: Algunos ejemplos de especies acuáticas y palustres restringidas a hábitats de vegas y bofedales de los Andes de Vallenar. 1. Cojines duros de Oxychloe andina, el pak’o macho, con frutos comestibles. 2. Potamogeton strictus, una hierba acuática .otante de hojas lineales. 3. Mimulus glabratus, berro. 4. Stellaria stenopetala. 5. Hypsela reniforme. 6. Gentiana prostrata. 7. Erigeron leptopetalus. 8. Mimulus luteus. 9. Werneria pygmaea. 10. Juncus balticus, junquillo. 11. Scirpus atacamensis. 12. Myriophyllum aquaticum. 13 Gentianella gilliesii.
Oceana 22Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina IX: Algunos ejemplos de especies
ribereñas, discontinuas, asociadas a los bordes de ríos, vegas y cursos de agua. 1. Acacia caven, el espino. 2. Geoffroea decorticans, el chañar. 3. Tessaria absinthioides, la brea o sorona. 4-5. Atriplex imbricata (4) y A. madariagae (5), los cachiyuyos. 6. Nastanthus caespitosus. 7. Oenothera af.nis. 8. Solanum elaegnifolium, el tomatillo. 9. Deyeuxia eminens, la waylla. 10. Equisetum giganteum, la cola de caballo o koskosa.
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Lámina X: Ejemplos de géneros andinos endémicos de la .ora de Chile y de especies en estado vulnerable de conservación representados en los Andes de Vallenar: 1. Dinemagonum maculigerum (Familia Malphigiáceas), arbusto perteneciente a un género endémico de Chile con escasas poblaciones. Ha sido colectado en el piso andino inferior de los Andes de Vallenar, entre 1.600 y 2.050 metros, tanto en Río Conay como en la Cuenca de la Laguna Grande. 2. Dinemagonum gayanum, otra especie del género representada en la III Región. 3. Otro representante de un género endémico de los Andes de Vallenar, también con escasas poblaciones, es el arbusto Phrodus microphyllus (Familia Solanáceas), que habita únicamente en el margen desértico del río Conay, en el área de la Junta de Valeriano, entre 1800 y 1950 metros. 4-6. Especies con problemas de conservación en la III Región de Atacama y clasi.cadas en la categoría de “vulnerables”: Prosopis chilensis, el algarrobo (4). Laretia acaulis, la yareta del centro (5) y Krameria cistoidea, el pacul (6).
Oceana 24Pascua Lama: Amenaza a la BiodiversidadLámina XI: Ejemplos de especies andinas cuyos
límites de distribución en Chile se encuentran en los Andes de Vallenar: 1-2. Especies con límite norte en los Andes de Vallenar: Laretia acaulis (1) y Alstroemeria andina (2). 3-5. Especies con límite sur en los Andes de Vallenar: Oxalis uspallatensis (3); Tagetes multi.ora (4); Malesherbia rugosa (5).
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