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martes, mayo 29, 2007


Derrame de 350 mil litros de petróleo en San Vicente-29 de mayo-2007

¡Desastre ecológico sacude Talcahuano!

  • Pescadores, ecologistas, gobierno y empresa trabajan en revertir la situación. Los efectos se podrían ver en un par de años.
Casi 200 personas están trabajando en las labores de limpieza de la Bahía de San Vicente. Vestidos con botas, guantes y trajes especiales, los operarios sacan el combustible de forma manual en baldes, tarros y palas.

JOSÉ MANUEL CASTILLO


El derrame de 350 mil litros de petróleo en la bahía de San Vicente durante faenas de descarga de Enap, fue calificado como un "desastre" y como un "delito" medioambiental por parte de organizaciones ecologistas y sindicales.
Pedro Arrey, director regional del Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora (Codeff), señaló ayer que hace sólo un mes la organización que representa realizó un censo de avifauna en el lugar del accidente. Los datos arrojaron que más de 280 lobos marinos, quince especies de aves (entre ellas los pingüinos de Humboldt y Magallánico) y el chungungo, tienen como hábitat la costa sur de Talcahuano.
Según Arrey, en horas de la tarde de ayer, el petróleo se esparció hacia el norte (Península de Tumbes). Ello podría poner en peligro a la única pingüinera existente en la Región del Bío Bío.

PESCADORES

Arturo Valenzuela Espinoza, presidente de la asociación de pescadores artesanales de caleta Infiernillo, señaló que 42 de ellos fueron contratados por Enap para trabajar en la limpieza de la bahía.
El representante de 53 pescadores estimó que por casi dos años sufrirán los efectos del accidente.
"En este tiempo se trabaja en la pesca de pejerreyes, corvinillas y jaibas. Tememos que la gente ya no nos va a comprar, porque ya están circulando rumores de que está todo contaminado y no es así", señaló el dirigente.
Iduvina Mariángel García es la única mujer de los 175 trabajadores que limpian el lugar. La dama es la jefa de hogar de la única familia que hoy vive en caleta Infiernillo y señaló que cuando se enteraron de la existencia del derrame en horas de la noche del viernes, decidieron evacuar la casa. Es que en sus mentes rondaba el gigantesco incendio que afectó a la bahía el año 1992.
"Hasta hoy se siente el olor a quemado en la arena", sostuvo la esposa del pescador más experimentado del lugar.