La dificultad de vivir al lado de la vía férrea

abril de 2008. Serios problemas de conectividad sufre en estos momentos la comunidad del asentamiento poblacional El Litral, ubicado a unos 600 metros, al sur poniente de Confluencia y a 35 kilómetros de nuestra ciudad. Todo el quehacer diario de los vecinos de El Litral -sector que centró el interés mediático luego del accidente ferroviario ocurrido el lunes pasado, cuando un hombre fuera atropellado por un tren de Fepasa-, está ligado a la vía férrea que como una gran muralla los confina y limita en sus desplazamientos cotidianos. Los residentes de la veintena de casas que dan vida a El Litral, por razones de trabajo, estudio, compras u otras actividades, deben trasladarse hasta Confluencia y la única vía más corta para ello es la vía férrea. EL CAMINO DE SIEMPRE. “Desde siempre hemos caminado por la línea férrea”, dijo Miriam Solar y “esperamos que las autoridades que tengan competencia en este caso, como la Municipalidad de Chillán, vuelvan su mirada a nosotros y nos ayuden para poder lograr que se haga el camino que necesitamos al costado poniente de la línea férrea”. Durante la semana son muchos los niños que deben concurrir a las escuelas de Confluencia. Se trata de niños de corta edad que “la mayoría de las veces, deben transitar solos”, como estableció Clementina González. Hay que sumar, dentro del grupo habitacional que está en situación de riesgo diario, en sus desplazamientos, a los adultos mayores y a los enfermos que deben concurrir a Confluencias o a Chillán en procura de auxilio médico, por ejemplo. “Para tomar la micro a Chillán, debemos salir media hora antes para llegar a tiempo y caminar rápido por sobre la vía”, insistió Clementina González. AUNAR IDEAS Y TRABAJO. Frente a la peligrosa situación de desplazamiento que vive a diario la población de El Litral, los vecinos creen necesaria una acción conjunta del municipio, EFE (dueña de la vía férrea) y Fepasa (arrendataria). Todos ellos, dicen, tiene algo que ver directa o indirectamente en el tema de la conectividad y deberían convenir la puesta en marcha un proyecto que permita concretar la idea propuesta por los vecinos o, en su defecto, buscar la que se estime más apropiada para desterrar el peligro al que diariamente la gente de El Litral está sometida. Como un elemento de evaluación del problema, debemos pensar que el trayecto para ir y venir de Confluencia, sólo demora 10 a 15 minutos, pero, son preciosos minutos en que la vida e integridad de los hombres, mujeres y niños del lugar están en constante peligro.