En esta parte de la entrevista el ex rector Carlos Amtmann aclara el episodio de los dineros de Celco para el Cine Club, las presiones de Celco ante el informe UACh sobre la mortalidad de aves en el Santuario, la relación UACh-CONAF-CELCO y su posición ante una posible asesoría de la UACh a Celco para una certificación internacional.
Por Ana María Castillo, Maximiliano Valenzuela, Norma Huerta, Aldea Comunicaciones.
Ante el aumento de publicaciones que usted mencionó hace un momento, como uno de los logros de su gestión, ¿qué le parece que no existan publicaciones científicas del estudio del Santuario, realizado por el grupo de investigadores de la UACh coordinados por el Dr. Jaramillo?
“Seguramente de ese estudio se van a derivar muchas publicaciones científicas, en alguna medida, la publicación de Sandor Mulsow es una demostración de eso. Desgraciadamente la sensibilidad frente al tema ha hecho que los investigadores hayan tenido que estar muy sometidos a presiones; situaciones que dejan poco espacio para la serenidad, para el trabajo reposado que requieren estas cosas. Pero no me cabe duda, que hay varios estudios que aparecerán como una batería de publicaciones ligadas a este informe”.
¿Se recibieron en la Universidad presiones de Celco directamente?
“No, creo que la única expresión obvia que uno puede esperar, e insisto en lo que decía hace un rato atrás, es que cuando la Universidad entrega un informe que dice que el funcionamiento de la planta de celulosa tiene que ver con las transformaciones del humedal, no cabe duda que nosotros sabíamos que iba a haber una reacción de Celco a negar eso, y desde ese punto de vista es una postura que uno sabía que iba a encontrarse con la nuestra, pero sinceramente no podría decir que esto se ha traducido en presiones a la Universidad de ningún tipo. Quienes pusimos más barreras para que lo investigadores llevaran a cabo su trabajo fuimos nosotros desde la rectoría”.
Si no recibió presiones de Celco ni de otras instituciones, ¿a qué presiones sobre los investigadores se refería?
“Yo actuaba como protegiendo, porque obviamente este es un tema que significa opiniones, que significa juicio, cometario y eso afecta a un grupo de investigadores que está desarrollando una actividad y en ese plano quizás la etapa inicial es la más complicada tomando como ejemplo el cuestionamiento de Caseb”.
¿Usted cree que es conveniente prohibir a las unidades académicas o a los investigadores relaciones de dinero con Celco?
“Creo que esa relación es perfectamente posible siempre y cuando queden normados ciertos principios. El primero es que sean los investigadores los que definan qué investigar y segundo que los resultados los divulguen los investigadores, y luego que la conformación de los equipos de trabajo sea libre. Si esto se cumple, la Universidad puede entenderse con cualquier privado, hay instrumentos jurídicos que cautelan estas cosas con cualquier institución, sea pública o privada. Creo que la Universidad se limitaría, si se limitara en la relación Universidad-Empresa, sobretodo sabiendo que hay instrumentos que permiten que haya un funcionamiento sin dificultad”.
En el trabajo que los investigadores de la UACh realizarán para el P.I.G, a pedido de la CONAF ¿Estos principios que UD nombra están claros? Considerando que de los 96 millones de pesos que se gastarán en este plan, 75 vienen de CELCO?
“En el caso que estamos hablando no hubo un detalle, un lineamiento o un punteo donde se especificara cuáles eran las fuentes de financiamiento. Nosotros ampliamos el convenio que teníamos con CONAF en el plano del desarrollo forestal y de recursos naturales, lo especificamos para el caso del Santuario y sobre esa base se empezó a conversar del tema este de los aportes de las líneas de investigación para el Plan de Gestión”.
Volviendo a un caso de financiamiento sumamente polémico, ¿El cine club devolvió el dinero que el año pasado CELCO donó para la realización del festival de Cine?
“No, porque la Universidad para estos efectos tiene dos organismos que regulan la situación que es el Consejo Académico y el Directorio y sobre este tema los dos organismos están en posturas distintas, por lo tanto, yo tengo una situación pendiente que no logré resolver”.
¿Ese dinero se ocupó entonces en el festival de cine?
“Es un dinero que ingresó a la Universidad, pero no tengo en este momento el detalle del asunto”.
¿Cuál fue su posición en ese momento?, ¿aceptar el dinero de Celco para esa actividad?
“Para ese tipo de actividades tengo más bien reparos, porque es distinto recibir dinero para realizar una investigación (por los principios que se involucran) que para este tipo de actividades que más tienen que ver con una cuestión de imagen, o de promoción de la empresa. Creo que eso complica más. Pero en ese momento yo me abstuve de dar opinión y lo llevé a los cuerpos colegiados sin insistir más en el tema, porque lo peor que puede ocurrir es causar conflicto entre estos dos cuerpos colegiados, sobre todo por este tema que en el fondo no es tan relevante”.
Este año el festival se acortó un par de días al parecer por problemas de financiamiento, ¿qué pasa si Celco nuevamente quiere donar dinero al Festival de Cine?
“Esas son las delicias de ya no ser rector, pero si lo fuera el tema no es menor, porque el Festival de Cine y el Cine Club son un aporte cultural muy grande a la Universidad, para Valdivia, para la industria cinematográfica, etc. Además ha alcanzado un nivel relevante, por lo tanto tiene valores positivos. Desgraciadamente, no obstante han aumentado los aportes especialmente los del Estado, no son suficientes. Entonces el que una empresa haga un aporte es algo que hay que estudiar”.
¿Y qué pasaría si Celco está ahora interesado en certificar su gestión como empresa según los estándares internacionales y que para ello contrate la asesoría de la Universidad Austral? ¿Qué haría usted si fuera rector?
“Yo no lo haría, si Celco no estuviera instalado en Valdivia no le vería ningún problema en llegar a un acuerdo para estudiar los términos de una acción de la Universidad, pero yo creo que todo lo que se haga en relación con la Universidad pasa por el tema de la relación Planta de celulosa, Santuario y Universidad. Entonces eso tiene un valor muy alto y hay que tratar de evitar contaminarlo lo más posible. Por lo tanto yo creo que mi primera reacción sería no involucrarme en el tema”.
Por Ana María Castillo, Maximiliano Valenzuela, Norma Huerta, Aldea Comunicaciones.
Ante el aumento de publicaciones que usted mencionó hace un momento, como uno de los logros de su gestión, ¿qué le parece que no existan publicaciones científicas del estudio del Santuario, realizado por el grupo de investigadores de la UACh coordinados por el Dr. Jaramillo?
“Seguramente de ese estudio se van a derivar muchas publicaciones científicas, en alguna medida, la publicación de Sandor Mulsow es una demostración de eso. Desgraciadamente la sensibilidad frente al tema ha hecho que los investigadores hayan tenido que estar muy sometidos a presiones; situaciones que dejan poco espacio para la serenidad, para el trabajo reposado que requieren estas cosas. Pero no me cabe duda, que hay varios estudios que aparecerán como una batería de publicaciones ligadas a este informe”.
¿Se recibieron en la Universidad presiones de Celco directamente?
“No, creo que la única expresión obvia que uno puede esperar, e insisto en lo que decía hace un rato atrás, es que cuando la Universidad entrega un informe que dice que el funcionamiento de la planta de celulosa tiene que ver con las transformaciones del humedal, no cabe duda que nosotros sabíamos que iba a haber una reacción de Celco a negar eso, y desde ese punto de vista es una postura que uno sabía que iba a encontrarse con la nuestra, pero sinceramente no podría decir que esto se ha traducido en presiones a la Universidad de ningún tipo. Quienes pusimos más barreras para que lo investigadores llevaran a cabo su trabajo fuimos nosotros desde la rectoría”.
Si no recibió presiones de Celco ni de otras instituciones, ¿a qué presiones sobre los investigadores se refería?
“Yo actuaba como protegiendo, porque obviamente este es un tema que significa opiniones, que significa juicio, cometario y eso afecta a un grupo de investigadores que está desarrollando una actividad y en ese plano quizás la etapa inicial es la más complicada tomando como ejemplo el cuestionamiento de Caseb”.
¿Usted cree que es conveniente prohibir a las unidades académicas o a los investigadores relaciones de dinero con Celco?
“Creo que esa relación es perfectamente posible siempre y cuando queden normados ciertos principios. El primero es que sean los investigadores los que definan qué investigar y segundo que los resultados los divulguen los investigadores, y luego que la conformación de los equipos de trabajo sea libre. Si esto se cumple, la Universidad puede entenderse con cualquier privado, hay instrumentos jurídicos que cautelan estas cosas con cualquier institución, sea pública o privada. Creo que la Universidad se limitaría, si se limitara en la relación Universidad-Empresa, sobretodo sabiendo que hay instrumentos que permiten que haya un funcionamiento sin dificultad”.
En el trabajo que los investigadores de la UACh realizarán para el P.I.G, a pedido de la CONAF ¿Estos principios que UD nombra están claros? Considerando que de los 96 millones de pesos que se gastarán en este plan, 75 vienen de CELCO?
“En el caso que estamos hablando no hubo un detalle, un lineamiento o un punteo donde se especificara cuáles eran las fuentes de financiamiento. Nosotros ampliamos el convenio que teníamos con CONAF en el plano del desarrollo forestal y de recursos naturales, lo especificamos para el caso del Santuario y sobre esa base se empezó a conversar del tema este de los aportes de las líneas de investigación para el Plan de Gestión”.
Volviendo a un caso de financiamiento sumamente polémico, ¿El cine club devolvió el dinero que el año pasado CELCO donó para la realización del festival de Cine?
“No, porque la Universidad para estos efectos tiene dos organismos que regulan la situación que es el Consejo Académico y el Directorio y sobre este tema los dos organismos están en posturas distintas, por lo tanto, yo tengo una situación pendiente que no logré resolver”.
¿Ese dinero se ocupó entonces en el festival de cine?
“Es un dinero que ingresó a la Universidad, pero no tengo en este momento el detalle del asunto”.
¿Cuál fue su posición en ese momento?, ¿aceptar el dinero de Celco para esa actividad?
“Para ese tipo de actividades tengo más bien reparos, porque es distinto recibir dinero para realizar una investigación (por los principios que se involucran) que para este tipo de actividades que más tienen que ver con una cuestión de imagen, o de promoción de la empresa. Creo que eso complica más. Pero en ese momento yo me abstuve de dar opinión y lo llevé a los cuerpos colegiados sin insistir más en el tema, porque lo peor que puede ocurrir es causar conflicto entre estos dos cuerpos colegiados, sobre todo por este tema que en el fondo no es tan relevante”.
Este año el festival se acortó un par de días al parecer por problemas de financiamiento, ¿qué pasa si Celco nuevamente quiere donar dinero al Festival de Cine?
“Esas son las delicias de ya no ser rector, pero si lo fuera el tema no es menor, porque el Festival de Cine y el Cine Club son un aporte cultural muy grande a la Universidad, para Valdivia, para la industria cinematográfica, etc. Además ha alcanzado un nivel relevante, por lo tanto tiene valores positivos. Desgraciadamente, no obstante han aumentado los aportes especialmente los del Estado, no son suficientes. Entonces el que una empresa haga un aporte es algo que hay que estudiar”.
¿Y qué pasaría si Celco está ahora interesado en certificar su gestión como empresa según los estándares internacionales y que para ello contrate la asesoría de la Universidad Austral? ¿Qué haría usted si fuera rector?
“Yo no lo haría, si Celco no estuviera instalado en Valdivia no le vería ningún problema en llegar a un acuerdo para estudiar los términos de una acción de la Universidad, pero yo creo que todo lo que se haga en relación con la Universidad pasa por el tema de la relación Planta de celulosa, Santuario y Universidad. Entonces eso tiene un valor muy alto y hay que tratar de evitar contaminarlo lo más posible. Por lo tanto yo creo que mi primera reacción sería no involucrarme en el tema”.

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