El Senado aprobó por unanimidad, la Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales en lo que fue calificado como "un hito histórico". Sin embargo, incorporó una histórica reserva sobre los mecanismos de solución de controversias o conciliación que establece el tratado, a fin de que nuestro país no acepte dicho mecanismo al momento de su ratificación.
De este modo, el Ejecutivo para modificar o eliminar esta reserva tendrá que consultar al Senado, lo que fue avalado por la ministra de la Cultura, Paulina Urrutia presente en el hemiciclo.
Cabe recordar que, a petición de la Comisión de Relaciones Exteriores, la Sala del Senado formuló la reserva constitucional al tratado por estimar que contiene disposiciones que podrían significar un menoscabo institucional para Chile, al contemplar un Consejo de Conciliación que es una suerte de tribunal que estaría en condiciones de determinar las normas de aplicación de este convenio en relación a las partes.
Dicha reserva fue acogida por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet de acuerdo a lo expresado por la ministra de la Cultura, Paulina Urrutia y el representante de la Cancillería, Claudio Troncoso.
CRÍTICAS AL MINISTERIO DE HACIENDA
Durante el debate intervinieron los senadores Roberto Muñoz Barra, Sergio Romero, Juan Antonio Coloma, Jaime Gazmuri, Jorge Pizarro, Mariano Ruiz Esquide y Camilo Escalona, quienes dejaron constancia de su molestia por el inusitado retraso en el envío del informe correspondiente por parte del Ministerio de Hacienda, lo que obligó a legislar bajo presión, ya que el Convenio debe entrar en vigencia el próximo 19 de marzo.
El senador Roberto Muñoz Barra, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, afirmó que “éste es el primer instrumento de derecho internacional que reconoce la importancia de mantener vivas las expresiones culturales de los pueblos” y recalcó que la Convención “tiene como objetivo la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales mediante el reconocimiento de su derecho soberano a conservar, adoptar y aplicar las políticas y medidas que estimen necesarias para resguardar la variedad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios”.
Lamentó “el excesivo tiempo que se tomó el Ministerio de Hacienda para emitir su informe financiero sobre una Convención que, finalmente, no irroga gastos, lo que motivó que tuviéramos solo una sesión para analizar el proyecto”.
Por su parte, el senador Sergio Romero, quien junto a su par Juan Antonio Coloma solicitaron formalmente la aplicación de una reserva al Ejecutivo, expresó que “nuestras aprensiones fueron un llamado de atención para que el Ejecutivo acogiera esta reserva que establece el artículo N° 54 de la Constitución. Allí se señala que el Congreso podrá sugerir al Presidente de la República determinadas reservas en los tratados internacionales, en el curso del trámite de su aprobación, siempre que ellas procedan en conformidad a lo previsto en el propio tratado o en las normas generales del derecho internacional”.
Recordó que “esta es la primera vez que se pone en funcionamiento un mecanismo constitucional que hace participar al Senado de una manera real en las políticas de Estado porque el Ejecutivo aceptó nuestra sugerencia. Nosotros aprobamos esta convención persuadidos de que necesitamos desarrollar la identidad cultural y de que no necesitamos instancias de conciliación y en esto somos coherentes y consecuentes”.
En tanto, el senador Juan Antonio Coloma dejó constancia de que la convención fue suscrita en octubre de 2005 y resulta difícil entender que un tema tan importante como éste que protege y promueve la identidad cultural haya tardado más de un año en ingresar al Parlamento, porque recién fue enviado el 7 de enero a la Cámara de Diputados”.
Agregó que durante el escaso tiempo que hubo para analizar el proyecto de acuerdo surgieron “una serie de interrogantes sobre los efectos del convenio, sobre qué se entiende por expresión cultural, cuáles son los derechos y deberes en esa materia, cuáles son las medidas de protección y promoción y que significa la participación de la sociedad civil”. “Es relevante entender los límites de los derechos culturales y cómo se inserta dentro de la lógica institucional chilena”.
BIENES CULTURALES Y COMERCIO INTERNACIONAL
El senador Jaime Gazmuri, recalcó que el punto de fondo de este convenio es que “considera la diversidad cultural en nuestras sociedades como un valor y, por la tanto, la producción de bienes y servicios culturales no pueden estar sujetas sólo a las normas internacionales que rigen el comercio”. Precisó que “el país que domina la industria cultural en el mundo es Estados Unidos y por ello les interesa asimilar el comercio de comodities a la producción de bienes y servicios culturales”.
Sin embargo, “los países tienen el derecho a desarrollar políticas activas de protección y promoción de su identidad cultural”, por ello, “el tratado reitera los derechos soberanos de los Estados a conservar, adoptar y aplicar las políticas fidedignas para fomentar la diversidad de sus expresiones culturales”. En cuanto a la reserva al mecanismo de solución de controversias el legislador dijo que “lo acepté porque no significa ninguna modificación al sentido general del convenio”.
El senador Jorge Pizarro, se sumó a las críticas al Ministerio de Hacienda, por su ausencia en el debate de este instrumento que reconoce a cada país el derecho soberano de adoptar políticas para proteger su diversidad cultural. “No sacamos nada con promover políticas para el desarrollo cultura si no están los recursos”.
Añadió que “tampoco entiendo la urgencia del Ejecutivo de aprobar este instrumento para que esté vigente el 19 de marzo. Si ese era el objetivo hay que ser consistentes porque no sale gratis. Se deben financiar las políticas por varios años para fomentar la creatividad”.
Por su parte, el senador Mariano Ruiz-Esquide, valoró el hecho de que a partir de este convenio “podamos debatir sobre lo que entendemos por cultura, lo que está ocurriendo con nuestra identidad y proyectar nuestro futuro en este ámbito”. “La cultura es la capacidad de los pueblos de adecuar su desarrollo para las metas finales”.
Sin embargo, aclaró que “tenemos una situación atroz porque en el mundo existe una falta de aprecio, de respeto por la persona ajena, su pensamiento y por la diversidad”. Por ello, “creemos que debemos generar condiciones de desarrollo y crecimiento cultural, nunca el mundo había sido tan rico pero al mismo tiempo cada vez vemos cómo las sociedades empiezan a disminuir su capacidad de crecer interiormente. Hoy Chile crece en su propiedad económica pero disminuye en su capacidad de pensar y desarrollarse”.
En tanto, el senador Camilo Escalona, dejó constancia de que el tema de fondo involucrado en este convenio es que “se establece el principio de respeto a los Derechos Humanos, la soberanía, de las culturas, de la solidaridad y la cooperación internacional. Esta convención es parte de un fenómeno más amplio ya que no está marcado por relaciones de tipo comercial. El hombre de hoy no puede sólo tener una convivencia basada en el vender y comprar mercancías”.
En cuanto a la reserva de no suscribir los mecanismos de solución de controversias que establece este tratado, el parlamentario dijo que “esta decisión no nos ayuda como país porque este procedimiento beneficia a las naciones más débiles frente a las más poderosas. ¿Acaso tenemos una industria de producción de bienes culturales tan gigantesca que podríamos entrar en controversia con Estados Unidos, obvio que no?”.
Fuente: Diario del Senado
Senado respaldó la iniciativa, en segundo trámite, con lo cual quedó en condiciones de ser promulgada como Ley de la República pero introdujo una histórica reserva constitucional a los mecanismos de solución de controversias que establece dicho convenio. 
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