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ITATA

miércoles, febrero 28, 2007

Medio Ambiente

Trabajos voluntarios en Trehuaco reforzaron rechazo de Grupo de Defensa del Itata a planta de Celco
En las actividades participaron 30 estudiantes universitarios que compartieron durante varios días con las comunidades campesinas y conocieron sus temores e inquietudes por el impacto que ya está teniendo en su vida cotidiana la celulosa Nueva Aldea.


En terreno, un grupo de treinta estudiantes universitarios, coordinados por agrónomos y veterinarios del Grupo de Defensa del Itata confirmaron el temor y la desconfianza que se han instalado en las comunidades rurales de la comuna de Trehuaco, en especial en la localidad de Boca de Itata, por la presencia del Complejo Industrial y Forestal Nueva Aldea. Esto durante la realización de trabajos voluntarios en el sector, que se desarrollaron entre el 3 y el 10 de enero.
Así lo refleja el Grupo de Defensa del Itata en un informe dado a conocer recientemente. Esta actividad, “tuvo como fin, realzar y apoyar la vida campesina autóctona de la zona, de la cual nos empapamos y enriquecimos interiormente, y que defenderemos como la mejor alternativa de desarrollo territorial”, afirman.
En su labor, los estudiantes contaron también con apoyo de biólogos de la Universidad Católica de Temuco y de agrónomos de la Universidad Católica de Valparaíso y de Arcis Patagonia, a los que se sumaron estudiantes de sicología y pedagogía de la Arcis de Portezuelo.
Eligieron precisamente localidades rurales de la comuna de Trehuaco por tratarse ésta de una de las más pobres de la región del Bío Bío.
En el tiempo que permanecieron en la zona, desarrollaron básicamente trabajos desparasitación de animales mayores (vacunos, equinos) y menores, tanto domésticos, como de campo (perros gatos, gallinas, chanchos, ovejas, etc.), también se hizo capacitación técnica en el uso de plantas medicinales, manejo de cultivos anuales como papas y chacras, la mayoría cultivadas en la Rivera del río Itata. Además se apoyó en la construcción de gallineros móviles, secadores solares de fruta, huertos medicinales y un horno de barro en la localidad de Mela, a 2 kilómetros de la desembocadura del Itata, para aportar en la consolidación de las economías locales.
La actividad también se insertó en el Primer Encuentro Latinoamericano de Experiencias Campesinas que se realizó en Cobquecura, comuna que también se siente afectada por el ducto que celulosa Nueva Aldea está construyendo para descargar sus riles al mar. Para el Grupo de Defensa del Itata todo lo vivido y hecho permitió reafirmar su convicción que “las celulosas no aportan nada el desarrollo de las comunidades aledañas y que como jóvenes profesionales tenemos mucho que decir y aportar a la hora de decidir qué país queremos para el futuro y qué herencia le dejaremos a nuestros hijos”.
Fuente: Grupo de Defensa del Itata
Trehuaco, 24 de enero de 2007.-