 | El funcionario de Carabineros es penquista, y ahora sólo espera que los golpes que recibió en la cabeza no le dejen secuelas. | “Pensé que íbamos a morir... por los palos que nos daban en la cabeza. Después, todo se nubló”. Lo dijo ayer a EL SUR el cabo de Fuerzas Especiales de Carabineros, Carlos Ramos Silva (36), herido el pasado jueves 3, en los incidentes en el sector Horcones, Curanilahue, la fatídica jornada del conflicto de trabajadores forestales con Celulosa Arauco en que murió el despachador de grúas Rodrigo Cisterna Fernández. El cabo Ramos se recupera en el Hospital Naval de Talcahuano. Recuerda los hechos sin odio: “Pero molesto, con rabia, no tanto por los golpes a uno, pero ver cómo tratan a una mujer es mucho...”. Esto en relación a su colega, la cabo Sandra Carvajal Faúndez, que fue golpeada a la par que él. Los funcionarios llevaban varios días en Arauco, comenta, y ese jueves: “Estábamos tranquilos, la calma volvió al lugar y después apareció una máquina, una pala grande,inmensa, que venía de adentro del recinto de la empresa Arauco. Pensamos que venía a cooperarnos para sacar los árboles botados en la carretera. Y de ahí salió la máquina, a mucha velocidad. Apareció de repente se fue en contra de los carabineros apostados. Y después lo único que sentí fue un impacto en la parte trasera del bus. Y de ahí nos arrastró unos 300 metros, hasta los árboles donde nos dejó”. Rememora que la máquina forestal les embistió tres veces y cuando se detuvo la turba gritaba: “Quememos el bus, quememos el bus”, ante lo cual el cabo Ramos le dijo a su colega que bajaran, que prefería que les pegaran palos porque morir quemados sería más terrible.
Momentos de pesadilla
“Nos bajamos y ahí ya empezamos a recibir, a recibir (palos). Yo les decía, párala, párala ella es mujer, es mujer, pero la apalearon en todo el cuerpo, casi le quebraron una cadera, tiene hematomas como yo”, indica el cabo Ramos. Los moretones en las partes visibles de su cuerpo, como los brazos, son del tamaño de los miembros, pero a él lo que le preocupa es no quedar con secuelas por los golpes en la cabeza. Es la primera vez que le toca enfrentar una situación tan difícil, con la adrenalina al 100% y tratando de defender. - ¿ Está consciente que, alguna vez, podría tener que proteger a los que le atacaron. Lo haría? Obvio que si. Esto es así. Soy carabinero por vocación, también porque es un trabajo, claro.
(Fallecido) “estaba fuera de sí
“El cabo Ramos supo mucho después de los incidentes en Horcones que había fallecido el hombre que conducía la máquina forestal. “... creo que tenía que pasar. No había otra opción, él en ningún minuto detuvo su máquina. Se le gritó alto antes que nos chocara a nosotros. Después que nos llevó se devolvió, embistió nuevamente a los colegas y también tomó un jeep pequeño (zorrilo) lo tiró en una zanja con un carabinero adentro... fue mucho. El estaba fuera de si , no sé si no pensaba. Le gritaron mucho, muchas veces , incluso había periodistas que también tuvieron que arrancar porque o si no podía haberlos matado, él jugaba con la pala...”. Fueron momentos duros, evalúa, aunque nunca vio el momento trágico de esa crisis. |
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