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martes, marzo 04, 2008


Caudal del río Chillán sigue bajando
Lunes 3 de marzo de 2008.

Cada vez que un habitante chillanejo abre una llave lo más probable es que el agua que fluye de ella provenga del río Chillán. Por eso es preocupante la situación por la cual atraviesa. Actualmente, tiene un caudal de 3,6 metros cúbicos por segundo, no muy lejos de lo normal, que debería ser de 4 metros cúbicos, pero lo preocupante es que sigue bajando.

REGANTES Héctor Jaque presidente de la Junta de Vigilancia el Río Chillán señala que “el problema de la baja del caudal, es que los litros por segundo que se deberían repartir entre los usuarios, no se pueden distribuir porque el caudal no alcanza”.

Además explica que “algunos regantes tienen tan pocas acciones -por debajo de las 20- que el agua que extraen del canal no alcanza a llegar a los potreros y cuando los trayectos son muy largos es peor. Ellos sufren las consecuencias de la sequía, porque ni siquiera tienen para mojar el canal.” Además de la sequía existen otras razones para la baja del caudal del río Chillán. Una de ellas es el exceso de canales. Otra causa que atenta contra el reparto de las aguas, es que el río tuvo una crecida en julio de 2006 que causó destrucción y desniveles, que nunca fueron reparados y que actualmente hacen que el agua no sea capaz de sortearlos, quedando detenida. La tercera son los excesos de balnearios –algunos autorizados y otros clandestinos, donde se crean artificialmente pozones que acumulan agua y causando también la detención del caudal.

Además, Jaque asegura en el Rosal y Pinto hay extracción ilegal de agua por parte de algunos particulares, que llenan camiones aljibes para mojar los caminos por donde transitan los camiones madereros. Jaque explica que “nosotros lo denunciamos, como corresponde, a carabineros y a la fiscalía. El juicio lo iniciamos en contra de quienes sacan agua sin tener títulos de derecho”. ACUMULACIÓN El déficit hídrico registrado esta temporada pone de manifiesto la necesidad de contar con acumuladores, más concretamente un embalse. La experiencia comparada muestra que es “la solución” a episodios de sequía. En el río Diguillín, por ejemplo, el caudal actual es de 7,4 metros cúbicos por segundo, lo que es muy bajo, ya que en años anteriores habían entre 13 y 14 metros. Pero los regantes no se han sido afectados por ahora, porque el caudal del río cuenta con el aporte del sistema Laja-Diguillín, el cual les aporta un caudal de 13,3 metros cúbicos. Esto deja finalmente 20,7 metros cúbicos por segundo.

Francisco Saldías, presidente de la Junta de Vigilancia del río Diguillín señala que este aporte nos ha dado seguridad para el riego y nos ha permitido enfrentar muy bien la sequía. San Ignacio, Yungay, Pemuco, El Carmen y Bulnes se han visto beneficiadas con este esquema..