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de abril de 2007. |
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El glifosato usado en fumigaciones causa cáncer, asegura científico francés
El herbicida glifosato -usado por Colombia para la fumigación aérea de cultivos ilícitos- sería la causa de algunos tipos de cáncer, aseguró el científico francés Robert Bellé en una entrevista publicada este domingo en Ecuador, cuyo gobierno denuncia esas aspersiones como nocivas.
"El glifosato formulado es el que provoca las primeras etapas de la cancerización", expresó Bellé, de la universidad Pierre y Marie Curie de Francia, al diario ecuatoriano El Universo.
Agregó que "un cáncer se define cuando hay señales clínicas de la enfermedad, y mientras sólo exista una célula que camina hacia ese proceso no se puede hablar de cáncer todavía".
El científico afirmó que, en todo caso, "no es verdad" que el glifosato sea inocuo como sostiene el gobierno colombiano basado en un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"El problema es que cuando se pulveriza en avionetas o hasta con un atomizador manual, la mezcla es cien veces más concentrada que aquella que puede desregular el funcionamiento de la célula", dijo, y añadió que las aspersiones aéreas son "una catástrofe". "Es una locura pulverizar con avión", subrayó.
El viernes el vicepresidente de Ecuador, Lenin Moreno, rechazó afirmaciones de funcionarios colombianos de que el glifosato es inocuo, y sostuvo que hay pruebas de que ha generado "cáncer y alteraciones del código genético" en pobladores ecuatorianos.
Manifestó que tales modificaciones aumentan la posibilidad de que los hijos de los afectados nazcan con "malformaciones intelectuales o físicas".
Además, Moreno cuestionó que Bogotá "tolere" los daños a los habitantes de la zona limítrofe, al no reclamar por los mismos a la empresa estadounidense Dyncorp, que realiza las fumigaciones.
"El gobierno colombiano no ha reclamado a Dyncorp, que responde al Departamento de Estado de Estados Unidos, por el daño que se está causando a nuestros coterráneos", se quejó.
Colombia suspendió las aspersiones el 9 de febrero, pese a lo cual Quito insistirá en demandar a ese país ante el Tribunal de La Haya en busca de reparaciones para los afectados por las fumigaciones con glifosato.
mt-Afp
Ecología cultural, rama de la antropología que estudia los procesos por medio de los cuales los sistemas sociales se adaptan a su entorno. La ecología cultural determina y analiza las adaptaciones al medio ambiente teniendo en cuenta otros procesos de cambio.
Durante la adaptación de una tribu, por ejemplo, ésta se ve influida por los intercambios amistosos, los matrimonios mixtos, la guerra... La ecología cultural reconoce las diferencias de los ‘núcleos culturales’ causadas por los distintos procesos de adaptación de cada sociedad. El núcleo cultural comprende las instituciones sociales, políticas y religiosas, que están en estrecha relación con la organización económica dominante.
La ecología cultural presenta similitudes con la ecología biológica a la hora de analizar las interacciones de todos los fenómenos, ya sean sociales o naturales, dentro de un área específica, pero difiere al no considerar equivalentes las características sociales a las especies biológicas. La ecología cultural distingue diferentes formas de sistemas e instituciones socioculturales y reconoce la competencia y la cooperación como procesos en continua interacción. Uno de sus principios es que las adaptaciones al medio ambiente dependen de su propia naturaleza, de la estructura y necesidades de la sociedad, y de la tecnología. Es recíproca la influencia de los recursos, el clima o la flora y fauna, por una parte, y la naturaleza de la cultura o el medio social interno y externo, por otra.
Ecología cultural, rama de la antropología que estudia los procesos por medio de los cuales los sistemas sociales se adaptan a su entorno. La ecología cultural determina y analiza las adaptaciones al medio ambiente teniendo en cuenta otros procesos de cambio.
Durante la adaptación de una tribu, por ejemplo, ésta se ve influida por los intercambios amistosos, los matrimonios mixtos, la guerra... La ecología cultural reconoce las diferencias de los ‘núcleos culturales’ causadas por los distintos procesos de adaptación de cada sociedad. El núcleo cultural comprende las instituciones sociales, políticas y religiosas, que están en estrecha relación con la organización económica dominante.
La ecología cultural presenta similitudes con la ecología biológica a la hora de analizar las interacciones de todos los fenómenos, ya sean sociales o naturales, dentro de un área específica, pero difiere al no considerar equivalentes las características sociales a las especies biológicas. La ecología cultural distingue diferentes formas de sistemas e instituciones socioculturales y reconoce la competencia y la cooperación como procesos en continua interacción. Uno de sus principios es que las adaptaciones al medio ambiente dependen de su propia naturaleza, de la estructura y necesidades de la sociedad, y de la tecnología. Es recíproca la influencia de los recursos, el clima o la flora y fauna, por una parte, y la naturaleza de la cultura o el medio social interno y externo, por otra.[1]
El Congreso y el informe sobre la salmonicultura | |
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Columna de Francisco Pinto, economista de Fundación Terram, publicada en La Nación, 27 de marzo de 2007. Es importante destacar esta iniciativa como un primer esfuerzo del Legislativo por dimensionar el impacto de una de las actividades de mayor relevancia para nuestro país. No obstante, el documento no lo hace de modo correcto.
Francisco Pinto, Fundación Terram Hace poco, la Cámara de Diputados aprobó el informe sobre los impactos ambientales y laborales de la actividad salmonera en las regiones de los Lagos y de Aysén, análisis que fue confeccionado por la Comisión de Pesca debido a la inquietud creciente y demanda ciudadana de conocer el impacto real de la salmonicultura en la zona austral del país. El informe, de 119 páginas, resume las exposiciones y los antecedentes expuestos por los representantes de los organismos convocados a la Comisión. Propone una serie de desafíos a la industria, todos ellos de carácter muy general, incluso en materias particulares. Pero no señala qué pasos debe seguir el Congreso respecto de las propuestas concretas de perfectibilidad de las normas actuales o de un diseño institucional ante el desafío del crecimiento sostenido. El diagnóstico no resulta un aporte a lo que hasta ahora se conocía en lo laboral y ambiental. Se aprecia en las conclusiones que, en líneas generales, la visión y los testimonios empresariales se imponen con amplitud al juicio de los trabajadores, la sociedad civil e incluso a algunas instituciones fiscales (Dirección del Trabajo). En otras palabras, las conclusiones exiguas del texto no representan en absoluto la impresión de los ciudadanos y, en particular, de los trabajadores, que han sido los menos beneficiados (o los más perjudicados) por el producto estrella de la economía chilena. Es importante destacar esta iniciativa como un primer esfuerzo del Legislativo por dimensionar el impactos de una de las actividades de mayor relevancia para el país. No obstante, no lo hace de modo correcto, en especial debido a las proyecciones que indican que en 2013 la producción habrá duplicado las cifras actuales (esto significa 1,2 millones de toneladas brutas de salmón). No se incluye el desafío de esta moderna y globalizada industria para una cultura tradicional o las secuelas que genera su crecimiento. Tampoco analiza la “brecha institucional y normativa” creciente del sector. Mientras la salmonicultura se ha desarrollado de modo sostenido, a una tasa de 20% anual los últimos 16 años, la institucionalidad reguladora y fiscalizadora se encuentran cada vez más incapacitada de cumplir su tarea. En el tema laboral, se concluye que la información disponible es insuficiente y dispar, pese a que la Dirección del Trabajo afirma que la tasa de infraccionalidad es de 80,43%, y que la Asociación Chilena de Seguridad indica que la tasa de accidentabilidad es 10,43%, muy superior al promedio nacional, de 7,96%. Se señala que la subcontratación está entre 4% y 6%, aunque otras instituciones indicaban que superaría el 50%. En lo específico se “generaliza” con obviedades como que resulta necesario intensificar la fiscalización, hacer cumplir las normas, impulsar la capacitación, reforzar la responsabilidad social. Pero en ningún caso se señala el cómo y cuánto es necesario para obtener una mejora sustancial. En lo medioambiental, los resultados son todavía más difusos. Como gran consenso se habla sobre la necesidad de generar una mayor información. En cuanto al impacto de la contaminación de los fondos, escapes de salmones, uso de antibióticos, alteración del valor paisajístico o de la alimentación de peces, se trata de temas minimizados, argumentando falta de información. Se sugiere suscribir pronto un segundo acuerdo de producción limpia (APL) entre la industria y el Gobierno, lo que puede ser un aporte al sector. Pero preocupa el impulso que se le da a la autorregulación. Cabe recordar que un número importante de empresas suscritas al anterior APL aparecieron más tarde con infracciones ambientales debido a la sobreproducción, centros de cultivos ilegales y vertederos clandestinos. ¿Qué pasa con el insustituible rol fiscalizador del Estado? El documento no representa avance alguno para una salmonicultura sustentable. Mientras la producción y venta de este recurso sigue avanzando a la velocidad de un jet, la normativa e instituciones lo hacen como si fueran en bicicleta. |
Buque Factoría Japonés, Nisshin Maru, acalado en el puerto de Tokio. Su ingreso a puerto sólo se efectuó un día después de que el gobierno japonés entregara un informe donde queda explicitado que la especie de ballenas Monke podría ser inmortal.
El informe del taller que realizó la revisión del programa de investigación de la caza de ballenas de JARPA (2) muestra los estados en que el programa se desarrolla, donde no se establece con seguridad la tasa de mortalidad para ballenas Minke y, a pesar de eso, siguen siendo el objetivo principal del programa nipón. Por otra parte, en el análisis estadístico asegura que no se puede excluir una tasa de mortalidad a partir de cero, lo que dejaría –en forma inmediata- a las ballenas Minke como especie inmortal
Ninguno de los cuatro objetivos del programa de JARPA, incluyendo el arponeo de 6.778 ballenas, fue alcanzado. Mientras que las tentativas para determinar si la población aumentaba o disminuía su nivel de confianza en las estimaciones de caza, también falló, pues el resultado de la medición arrojó que “los intervalos actuales de la confianza para las estimaciones de la tendencia son relativamente anchos. Estos resultados son, por lo tanto, coherente con un descenso substancial, un aumento substancial, o se aproxima la estabilidad en la abundancia de ballena de Minke en estas áreas geográficas sobre el período de JARPA". (2)
"No es sólo el barco factoría japonés el que ha sido dañado gravemente durante esta temporada, de modo que tiene la credibilidad del programa de la pesca de ballenas con esta revisión," dijo Junichi Sato, Coordinador de Campaña de Ballena de Greenpeace Japón. "Las personas japonesas durante 18 años han pasado millones de yen para financiar un programa llamado “de investigación” que no ha producido nada de sustancia". Greenpeace llama a Nisshin Maru para que sea dado de baja de la flota ballenera y al gobierno nipón para que entregue una cuenta pública, donde explique claramente la causa del incendio, el que dejó como saldo a un hombre muerto y el barco paralizado en el Océano Meridional congelado durante diez días. El barco de Greenpeace, Esperanza, estuvo en el Antártico para detener la caza en el Santuario Ballenero del Océano Meridional. En ese lugar el “Esperanza” permaneció cercano del Nisshin Maru intentando ayudar con la seguridad –a través de las inspecciones regulares de hielo en el helicóptero de Greenpeace- para la tripulación de la flota de la factoría y, en reiteradas ocasiones se les ofreció ayuda adicional de emergencia. Una vez que el barco nipón fue medianamente reparado, el barco Esperanza acompañó el retiro de la flota japonesa fuera de aguas antárticas.
El barco Esperanza, que es una nave de clase-hielo que puede archivar las evaluaciones ambientales del impacto con naciones antárticas involucradas en el Tratado - a diferencia de la flota japonesa – hoy se encuentra camino a Tokio y ha planificado permanecer en la bahía de esa ciudad hasta el 28 de marzo.
Por otro lado, Greenpeace ha invitado a representantes de la Agencia de Pesquerías de Japón y el Instituto de Investigación de Cetáceo para abordar la nave Esperanza y, en el barco discutir la pesca de ballenas de alta mar.
Las notas:
1. Investigación especial japonesa de permiso en el Antártico (JARPA) fue un programa de18 años, que se llevó a cabo de 1987/88 a 2004/05 y cazó 6.778 ballenas Minke sobre ese período. El IWC pidió, en reiteradas ocasiones que Japón detuvieran el programa, ya que los datos no fueron necesitados, por lo tanto, recomendaron que esa investigación científica -que implica la matanza de cetáceos- sólo debía ser permitida cuando existieran necesidades cruciales y reales de investigación y deben ser dirigidas.
2. El taller de la revisión de JARPA fue convocado bajo el auspicio de la Comisión Internacional de la Pesca de ballenas y el Comité Científico y se realizó en Tokio, 4-8 diciembre de 2006, en el Instituto de Investigación de Cetáceo. A esta Comisión asistieron 56 científicos, donde se incluyeron 29 representantes de Japón, así como también representantes del Comité Científico de IWC. El objetivo principal del Taller fue de evaluar los objetivos de JARPA en cuanto a conocer cómo se había desarrollado el proceso.
— Claudia Molina /Greenpeace
El MY Esperanza en la Antártida. El barco de Greenpeace en su camino para ofrecer ayuda al buque ballenero factoria japonés Nisshin Maru, después de que se declarara un incendio a bordo. Greenpeace se ha ofrecido a remolcarle fuera del Santuario Ballenero y del inalterado ambiente antártico.
A bordo del barco de Greenpeace "Esperanza" en el Océano Antártico y en el marco de la campaña en contra de la caza ilegal de ballenas, Greenpeace se ha encontrado con una situación inesperada: El buque nipón, Nisshin Maru, al que Greenpeace buscaba fue encontrado después que la nave japonesa lanzara un llamado de auxilio debido a un incendio ocasionado dentro de la nave asiática.
El Esperanza, actualmente a menos de un día de navegación del dañado Nisshin Maru, ha ofrecido insistentemente ayuda a la tripulación y ha hecho un llamado reivindicativo y de la valoración del impacto ambiental que esta situación podría ocasionar. En estos momentos, el buque japonés se encuentra a 100 millas naúticas de la colonia de pingüinos de Adelie, una de las más grandes del mundo.
UN JAPONES DESAPARECIDO
Uno de los tripulantes del Nisshin Maru, desapareció al momento del incendio y aun no ha sido habido, lo que preocupa a las autoridades correspondientes y, por cierto a la embarcación de Greenpeace, ya que la idea es evitar la caza de ballena y evitar tragedias como la desaparición de un tripulante.
Aún así, con el apoyo ofrecido, la Agencia Pesquera de Japón se ha negado a recibir la ayuda de Greenpeace, bajo el pretexto de que no acepta el auxilio de “terroristas”. Sin embargo, el "Esperanza" continúa su rumbo hacia el barco accidentado. Karli Thomas, líder de la expedición a bordo del Esperanza ha sido enfático al señalar que “Nuestros primeros pensamientos están con el tripulante desaparecido y con el resto de la gente a bordo. No es tiempo de juegos políticos tras una mesa de oficina en Tokio. Esto es una tragedia humana y un potencial desastre medioambiental. Tenemos una obligación moral de actuar y hay una obligación legal bajo el Tratado de la Antártida para que los propietarios del Nisshin Maru acepten nuestra ayuda”.
La nave de Greenpeace ofreció, como alternativa remolcar al buque ballenero factoría fuera del inalterado ambiente del Santuario Ballenero Antártico ya que el "Esperanza" cuenta en su tripulación con el Capitán Frank Kamp, quién tiene más de 10 años de experiencia en salvamento de buques antes de que formara parte de nuestra organización. No obstante la experiencia, se piensa que es posible requerir otra nave para remolcar al Nisshin Maru, cuyo peso superaría las 8.000 toneladas, para llevarlo más allá de las aguas antárticas y a través de la zona de tormentas “Roaring forties”. Greenpeace está haciendo todo el esfuerzo posible para llevar al Nisshin Maru remolcando toda la navegación hacia el puerto.
Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace España asegura que “Al mismo tiempo que reconocemos la necesidad humana y ambiental de ayudar al Nisshin Maru, no estamos de acuerdo en que este buque vuelva a cazar ballenas la próxima temporada gracias a nuestra ayuda. “Esta tragedia debería significar el fin de este terrible negocio y el dinero del Gobierno Japonés no debería destinarse a reparar un ballenero, sino a algo de lo que realmente se pueda beneficiar la población japonesa”, concluyó.
— Greenpeace
Ecologistas rechazan autorización de gobierno para cultivo de transgénicos en Chile |
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La Red por un Chile Libre de Transgénicos criticó el apoyo del Ministerio de Agricultura a la transnacional Monsanto para sembrar soya transgénica en el país.Comunicado de Prensa Red por un Chile Libre Transgenicos 29 de marzo de 2007. En un comunicado de prensa, la Red por un Chile Libre de Transgénicos rechazó “enérgicamente” el anuncio conjunto del ministro de Agricultura, Álvaro Rojas, el vicepresidente mundial de regulaciones de la empresa Monsanto, Jerry Hjelle, y su gerente general en Chile, Alfredo Villaseca, respecto a que dicha transnacional iniciará la siembra de 5.000 hectáreas de soya transgénica en primavera de 2007, y pretende llegar a 20.000 hectáreas en 2010, “pues este anuncio sólo favorece los intereses de Monsanto en contra del nicho de calidad de los cultivos chilenos”. “Esta decisión unilateral del ministro privilegia los intereses corporativos de Monsanto de romper la imagen no transgénica de la agricultura chilena, y rompe el acuerdo de la Presidenta Bachelet con las organizaciones ambientalistas, que formalmente señala ordena ‘no abrir el país a los cultivos transgénicos comerciales, y establecer el requisito de Estudios de Impacto Ambiental para la actual reproducción de semillas transgénicas’”, señalaron las organizaciones. Detectives biotecnológicos Al mismo tiempo, manifestaron que “también ignora los intereses de los pequeños agricultores que desconocen la manera de operar de la empresa Monsanto. Su paquete tecnológico incorpora semillas patentadas, ligadas a la venta de sus propios herbicidas, con contratos desfavorables donde deben pagar mas por las semillas y hay prohibición de resembrar. Aquellos que no cumplen los contratos de propiedad intelectual son perseguidos por detectives biotecnológicos, llevados a las cortes de justicia y obligados a cancelar elevadas sumas por violación de los derechos de patentes, como ya ha ocurrido con cientos de agricultores canadienses y estadounidenses. Los agricultores incluso han sido obligados a pagar multas por contaminación accidental de sus predios con semillas transgénicas protegidas”. “Es evidente que Monsanto, líder en la venta mundial de semillas transgénicas, ha escogido a Chile para expandir sus operaciones por su débil legislación y facilidades para operar. El país no ha ratificado el Protocolo de Bioseguridad, acuerdo mundial que regula estos cultivos por sus riesgos a la biodiversidad y salud humana; tampoco posee una ley de transgénicos, sino una norma interna del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que es insuficiente para cautelar el desarrollo de la agricultura convencional y la orgánica, prevenir la contaminación genética de otros cultivos, resguardar los centros de origen o proteger a los agricultores de la contaminación de sus cultivos. La expansión del cultivo de soya transgénica en 20 mil hectáreas impedirá a Chile producir soya convencional y orgánica para exportación y afectará la venta de semillas convencionales por el riesgo de contaminación”, señala el texto. Finalmente, señalaron que “exigimos al ministro de Agricultura revocar este anuncio lesivo a los intereses de la agricultura nacional, le demandamos transparencia en sus decisiones y a concentrarse en el desarrollo de la agricultura convencional y orgánica para el desarrollo de "Chile como Potencia Agroalimentaria" y el resguardo de los valiosos recursos genéticos agrícolas que posee el país. Instamos al ministro Rojas a honrar los Acuerdos Programáticos de la Presidenta Bachelet con las organizaciones ciudadanas; y le advertimos del riesgo de apoyar a una empresa cuestionada a nivel mundial con cargos de corrupción a gobiernos, incumplimiento de normas de bioseguridad, persecución a los agricultores, apropiación de especies de cultivos mediante derechos de propiedad intelectual y la contaminación mundial de nuestras semillas y alimentos”. El comunicado está firmado por la Red por Un Chile Libre de Transgénicos, integrada a su vez por las organizaciones no gubernamentales (ONG) ecologistas Fundación Sociedades Sustentables, Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile, Asociación de Agricultores Orgánicos, Tierra Viva, Attac, Centro de Educación y Tecnología de Chiloé, Certificadora Chile Orgánico (CCO), Ecosistemas, Greenpeace, Instituto de Ecología Política (IEP), Liga de Consumidores Conscientes, Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (Odecu), Red Nacional de Acción Ecológica (Renace), y el Programa Chile Sustentable.- |
Ecologistas chilenos y latinoamericanos denuncian:
En reunión Internacional sobre plaguicidas y otros tóxicos organoclorados:
Débil y sin voluntad política es posición de Chile para reducir los efectos sobre la salud y el medio ambiente de sustancias tóxicas peligrosas
Una fuerte crítica a la posición oficial adoptada por Chile en el marco de la reunión del Comité Intergubernamental de Negociaciones del Convenio Internacional sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (POP’s) convocada por las Naciones Unidas, realizó la Alianza por una Mejor Calidad de Vida - Red de Acción en Plaguicidas de Chile.
Cabe recordar que el Tratado pretende eliminar a nivel mundial 12 sustancias tóxicas (entre los que se cuentan plaguicidas clorados, productos químicos industriales, dioxinas y furanos) e incorporar un Principio Precautorio, es decir, prohibir su uso y controlar las fuentes que los generan sin esperar que exista mayor información cientifica sobre las nefastas consecuencias sobre la vida humana y el medio ambiente. Los compuestos clorados cuestionados pueden mantenerse en el ambiente durante decenios y tienen la capacidad de acumularse en los tejidos vivos ocasionando alteraciones en el sistema reproductivo de los expuestos y sus descendientes, cáncer, perturbaciones en el sistema inmunitario, desórdenes en el sistema nervioso central y periférico, etc.
En la reunión realizada en Bonn, Alemania, entre el 20 y 25 de marzo del 2000, la posición de Chile se centró en la necesidad de ayuda técnica y financiera, sin embargo no se pronunció respecto de los temas de fondo como la eliminación de sustancias tóxicas y el Principio Precautorio sosteniendo que "estas materias pueden no estar contenidas en las prioridades de los gobiernos y que, según el nivel de exigencias planteadas y la destinación de recursos que se requiere para darles cumplimiento, pueden llegar a constituir barreras para lograr un desarrollo sustentable y la superación de la pobreza".
Instamos a la CONAMA (coordinadora de la representación oficial chilena) a poner en marcha un equipo de trabajo formado por todas las partes involucradas -incluida la sociedad civil- con el fin de identificar y eliminar progresivamente las fuentes generadoras de dioxinas y furanos; incluir en la delegación a especialistas del sector salud (del área ocupacional); elaborar propuestas para regulación de estas sustancias e investigar y detener el tráfico ilegal de ellas, todo esto buscando generar una posición clara antes de la firma de este Convenio Internacional en Estocolmo, Suecia en marzo del 2001.
Maria Elena Rozas aplagui@rdc.cl
Coordinadora
Alianza por una Mejor Calidad de Vida
(Red de Acción en Plaguicidas de Chile
Dirigentes lafkenches visibilizan su realidad en Cumbre Continental de Pueblos Indígenas | |
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En el encuentro que se realiza en Guatemala, se analizan temas como el territorio, los recursos naturales, la autonomía y la libre determinación, identidad, cosmovisión y participación, entre otros. | |
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Destacada participación están teniendo dirigentes de la Identidad Territorial Lafkenche durante la III Cumbre Continental de Pueblos y Además de participar activamente en paneles y comisiones, los representantes de la ITL han socializado las principales explicó que sus expectativas desde el punto de vista de la mujer son establecer redes con organizaciones que trabajen estas temáticas. "Nosotros
Fuente: Bladimir Painecura Guatemala, marzo 2007.- |
Diputados discuten creación de comisión investigadora de caso Salmón con malaquita
| | Este miercoles se discutiría en el parlamento la creación de una comisión investigadora para analizar el uso masivo de químicos en la salmonicultura y en especial las "aristas" del caso de salmón contaminado con verde de malaquita. |
(Ecoceanos News)- Concientes de la importancia de conformar una comisión investigadora que analice el caso de "salmón con verde de malaquita" y a su vez tratar las reiteradas denuncias por el uso indiscriminado o ilegal de otras sustancias químicas que se usan en los centros de cultivo de salmón, organizaciones nacionales e internacionales reiteran su llamado a que los parlamentarios respalden el Proyecto de Acuerdo que se discute esta semana en la Cámara de Diputados.
Según las organizaciones, esta comisión podrá contribuir de manera significativa a los esfuerzos de diversos sectores ciudadanos, de gobierno, de la industria y académicos, por aumentar los estándares sanitarios y ambientales en este importante sector productivo. A la vez, favorecer al constante trabajo de estos mismos sectores por asegurar las fuentes estables de trabajo, la salud pública, los derechos de los consumidores y la imagen de país.
El cargamento de 22 toneladas de salmón contaminado con verde malaquita que en septiembre fue devuelto a Chile, luego que las autoridades sanitarias holandesa bloquearan su comercialización en el mercado de la Unión Europea, fue finalmente destruido en octubre debido a una fuerte presión ciudadana nacional e internacional y de la evaluación de riesgos para la imagen de “país exportador de alimentos” por parte de analistas de la industria acuícola y del gobierno.
PREOCUPACIÓN EN EUROPA
Sebastián Losada, Campañista de Océanos de Greenpeace España, dijo que “la contaminación de salmones derivada del uso del pesticida carcinógeno Verde Malaquita, demuestra la falta de responsabilidad de la industrias salmonera con sus operarios, sus consumidores finales y el mercado exportador, amparados en aquellos países cuya legislación es más laxa en relación al uso de estos químicos”.
“Greenpeace cree indispensable que se conforme una comisión que investigue las razones de este hecho, pero que además se derive en una revisión de la industria salmonera y en una evaluación de los impactos ambientales que el uso indiscriminado de sustancias como el Verde Malaquita y otros antibióticos, están causando en el medio marino”, declaró.
En tanto, Brian O` Riordan, del Colectivo Internacional de Apoyo a los Pescadores, con sede en Bruselas, dijo que “las ONGs y los grupos de consumidores en Europa están extremadamente preocupados acerca del continuo uso de químicos carcinógenos y otras sustancias dañinas para la salud en la industria global de salmón cultivado. Cómo un líder mundial en producción de salmón de cultivo, Chile tiene un importante rol que jugar en limpiar las sucias prácticas de esta importante industria productora de alimentos”.
Sin embargo, agregó O’ Riordan “el verde de malaquita es la punta del iceberg. En Europa apoyamos con fuerza para que el Parlamento chileno establezca un comité independiente para investigar este caso pero también para analizar el uso indiscriminado de antibióticos, antifuoling y pesticidas. El uso indiscriminado de estos químicos es peligroso para la salud de los trabajadores de esta industria y de los consumidores. Es nuestro interés que cada vez más los actos de la industria sean limpios”.
USO DE MALAQUITA, PRÁCTICA CONSTANTE
El año 2003 las autoridades veterinarias de la Unión Europea también rechazaron varios cargamentos de salmón contaminado provenientes de Chile, (180 toneladas) recomendando su destrucción. Sin embargo después de diez meses se devolvió esta carga a las empresas comercializadoras, las que vendieron la mayor parte de estos productos en Estonia, con el total desconocimiento de los consumidores. El destino de un porcentaje de estos salmones sigue siendo incierto.
Considerando que algunas compañías nacionales y transnacionales han continuado empleándolas de manera ilegal este fungicida, lo que se evidencia en la existencia de aproximadamente 12 denuncias presentadas por el Servicio Nacional de Pesca en la Justicia de Puerto Montt contra compañías por tal motivo, la labor parlamentaria orientada a dilucidar esta ilegal y sistemática situación, contribuirá para que esta industria eleve sus estándares ambientales y sanitarios, y evitar que estos casos se repitan.
El Director del Observatorio de Conflictos Ambientales (OLCA), Lucio Cuenca, dijo que “algo está funcionando mal, si se considera que pese a las normas y las fiscalizaciones, siguen los hallazgos de cargamentos de salmón con malaquita, a nivel nacional e internacional”.
“Existe un problema grave por parte del Estado en la tarea de asegurar las condiciones tanto sanitario, cómo sociales de los lugares donde se desarrolla la industria salmonera. Este modelo de producción intensiva de las salmoneras, basado en el uso de químicos altamente peligrosos, ha traído cómo consecuencia un fuerte impacto en el medio ambiente, además de efectos sociales y culturales. Esto, por la serie de transformaciones en las comunidades donde se han instalado”.
Por ello, Cuenca llamó a los diputados a tener una visión de más largo plazo y a respaldar este Proyecto de Acuerdo. "Las evidencias dicen que con la forma de negocio que los industriales están defendiendo, se pueden ir acumulando costos que en el largo plazo van a repercutir en el comercio. Es mejor intervenir ahora y así buscar un camino que compatibilice la producción y la vida social y cultural de las comunidades”.
El Presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores del Salmón Chile (FetrasalChile), Francisco Raín, dijo que “nuestro interés es contribuir a que la producción chilena de salmón tenga la más alta calidad en cuanto a higiene y sanidad y las trabajadoras y trabajadores asociados a nuestra organización se esfuerzan cada día para hacer cumplir esta situación.
“Sabemos que trabajar con responsabilidad asegura las fuentes laborales y nuestra Federación impulsa que nuestros asociados trabajen con gran compromiso hacia los procesos productivos. Por esto mismo, siempre hemos señalado que la responsabilidad social laboral también la deben tener los empresarios, mandos medios y todas las personas que trabajan en la industria salmonera”, señaló
PREOCUPACIÓN DE ACADÉMICOS
Por su parte, el Presidente del Colegio de Biólogos Marinos, Adolfo Velásquez, señaló que “la investigación parlamentaria no debiera transformarse en una “cacería de brujas”, sino en detectar cuáles son los puntos débiles dentro del proceso de control de los antibióticos en la salmonicultura y de estas conclusiones generar políticas públicas. En ese contexto, respaldo plenamente la conformación de esta comisión, pero que vaya más allá de buscar quienes son los responsables”.
“La única manera que la industria salmonicultura mejore su performance ambiental es a través del ingreso de mayor biotecnología, uso de antifouling de tipo biológico, y de vacunas, lo que requieren de recursos e investigación. Tarea que le compete a la industria, a las universidades y al Estado”.
Para el Dr. Andrei Tchernitchin, presidente Departamento Salud y Medio Ambiente del Colegio Médico, “la instancia debe lograr acoger la proposición del Consejo de Desarrollo Sustentable de Chile en la Cumbre de las Naciones en Johannesburgo 2002, sugerida por el Colegio Médico de Chile, en el sentido de crear acuerdos bilaterales o internacionales que prohíban por motivos éticos la exportación de aquellos productos prohibidos en los países de origen por su toxicidad o riesgo para la salud de la población”.
El Director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Austral de Chile, Dr. Julio Dolz, dijo que “la comisión investigadora es necesaria porque Chile en estas materias tiene muchísimas deudas y deben ser resueltas en el corto plazo, de lo contrario vamos a tener problemas. Urge establecer un mecanismo del uso racional de químicos en la salmonicultura, que no afecte al medio ambiente, ni a la salud pública”.
“Chile no puede descolgarse. Hoy día el mundo es todo un compartimiento y lo que afecta en un sitio repercute en otro. Las plagas que se controlan con estos químicos son organismos eucarióticos y los hombres también, por lo tanto nos afecta en un corto, mediano o largo plazo. Lamentablemente el verde malaquita se ha usado por mucho tiempo y en la actualidad también, por muy prohibido esté”, sentenció el destacado investigador.
Respaldan la iniciativa: Consumer International, Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU), Colegio de Biólogos Marinos, Colegio Médico Regional Santiago, Greenpeace, Centro Ecocéanos, Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), Red de Acción en Plaguicidas y sus Derivados (RAPAL), Confederación de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH), Federación de Trabajadores del Salmón de Chile (FETRASALCHILE), Colectivo Internacional de Apoyo a los Pescadores, con sede en Bruselas, Corporación de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), Corporación para el Desarrollo de la Mujer (DOMOS), Red Agenda Regional de la Araucanía (AGRA) y Red Puente –CHILE.
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Derechos Humanos | ||||||||
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